El mes pasado se aprobó la polémica Ley de Cumplimiento Tributario, también conocida como la Ley Antievasión, que promete revolucionar el panorama financiero para aquellos que realicen más de 50 transferencias bancarias en un solo mes.

Esta normativa obliga a los bancos a reportar al Servicio de Impuestos Internos (SII) sobre cualquier cliente que reciba abonos que superen un monto específico en su cuenta. Esto incluye tanto transferencias mensuales como semestrales y marca un cambio radical en cómo las entidades financieras manejan la información personal de sus clientes.

Aurora Sepúlveda, experta en Negocios y Finanzas, ha sido clara al señalar las implicaciones de esta ley: “La Ley de Cumplimiento Tributario establece nuevas reglas del juego para los contribuyentes del país. Busca reducir la informalidad en el comercio y mejorar la recaudación fiscal”, comentó en una reciente entrevista.

Entre las medidas más significativas de esta normativa se encuentra el ajuste del secreto bancario, la implementación de un sistema de denuncias anónimas y recompensas por informar sobre evasiones fiscales, así como cambios en las compras exentas de impuestos. Todo esto en un esfuerzo por evitar que más personas y empresas evadan sus responsabilidades fiscales.

“El puño de hierro” de la ley se evidenciará en la obligación de los bancos de notificar al SII cuando detecten más de 50 transacciones de diferentes RUT hacia una misma persona en un mes, o 100 transferencias en un semestre. Esto significa que es hora de que todos, desde individuos hasta grandes empresas, ajusten sus prácticas para estar en línea con esta nueva legislación.

En cuanto a a quiénes afecta esta ley, Sepúlveda se mostró contundente: “Afectará a todos los contribuyentes, incluyendo personas naturales, microemprendimientos y grandes empresas”. La auditoría constante a las empresas por parte de las autoridades será la norma, no solo cuando se observe una irregularidad.

Además, las personas que realizan ingresos a través de trabajos no declarados, conocidos popularmente como ‘pitutos’, también se verán en la mira. Si estas transacciones son regulares y cumplen ciertos criterios, será solo cuestión de tiempo antes de que los bancos lo informen al SII. Esto se extiende también a aquellos que venden productos sin estar formalizados.

Finalmente, esta ley está diseñada para fortalecer la formalidad en el mercado y asegurar que todos contribuyan al erario público. Son tiempos desafiantes para el comercio informal y un llamado de atención para aquellos que piensan que pueden operar al margen de las regulaciones fiscales. ¡Prepárate para la era de la transparencia!