El fenómeno de la responsabilidad médica ha comenzado a ganar protagonismo en el ámbito de la medicina moderna, un cambio que no es necesariamente nuevo, pero sí crucial en nuestra era. A lo largo de la historia, los médicos siempre han tenido que rendir cuentas por sus acciones, ya sea ante autoridades tribales, comunidades o sistemas judiciales.

Recientemente, este complicado tema fue abordado por el renombrado abogado penalista Francisco Baena Bocanegra, quien ofreció una ponencia esclarecedora en el prestigioso salón Ramón y Cajal de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla, una institución con más de 300 años de historia. La conferencia se tituló "La responsabilidad penal en la medicina en equipo. Un desafío jurídico", y Baena demostró su habilidad para comunicar conceptos complejos de manera accesible y comprensible.

El académico Jesús Loscertales Abril, quien presentó a Baena, destacó su notable trayectoria profesional y su talento como comunicador, haciendo referencia a cómo su experiencia en el mundo jurídico ha sido comparable a la de un guerrero enfrentándose a numerosas batallas, pero siempre saliendo victorioso.

Durante la conferencia, Baena profundizó en la importancia de la medicina en equipo, un sistema caracterizado por la colaboración de equipos multidisciplinarios donde cada miembro aporta su conocimiento especializado. En nuestra sociedad actual, este modelo asistencial está revolucionando la atención médica, pero también plantea serias implicaciones legales en cuanto a la responsabilidad penal. Baena destacó que, aunque este enfoque tiene muchas ventajas para los pacientes, también requiere una clara delimitación de las funciones y responsabilidades de cada profesional involucrado.

Habló de la "rigurosa división del trabajo colectivo" y cómo esta estructura compleja, que emergió en Alemania a mediados del siglo XX, ha dado lugar a un replanteamiento de la exigencia de responsabilidades individuales en un equipo médico. Dijo: "Es innegable que cada integrante de un equipo médico debe ser considerado responsable en función de su rol y decisiones específicas".

Un aspecto clave discutido fue cómo el Derecho Penal se enfrenta a la responsabilidad de los profesionales sanitarios en situaciones donde su actuación podría tener consecuencias no deseadas. El abogado explicó que, de acuerdo con la doctrina más actual del Tribunal Supremo, es imprescindible demostrar sin lugar a dudas la relación entre la acción u omisión del médico y el resultado perjudicial que pueda producirse.

Baena presentó una serie de sentencias relevantes para ilustrar cómo se aplica el principio de división del trabajo en la jurisprudencia actual. Detalló el principio de confianza, que es fundamental en la relación médico-paciente y entre compañeros del equipo de salud. Se centró en la importancia de que cada profesional confíe en las competencias del otro, sobre todo en situaciones críticas, como las que ocurren en el quirófano entre cirujanos y anestesistas.

Al abordar la división vertical del trabajo en equipos médicos, Baena subrayó el "principio de jerarquía", señalando que la autoridad de los superiores es clave para una ejecución eficaz. Presentó casos donde la falta de seguimiento de protocolos ha llevado a errores, como el olvido de material quirúrgico en el interior de pacientes, lo que subraya la importancia de la supervisión efectiva.

Finalmente, el abogado reflexionó sobre el papel emergente de la Inteligencia Artificial en la medicina, planteando preguntas inquietantes sobre su impacto en la responsabilidad legal: "¿A quién acusaremos si algo sale mal debido a decisiones tomadas por máquinas inteligentes?". Esta inquietud deja a todos los asistentes cuestionando cómo la tecnología cambiará la cara de la medicina y la responsabilidad en el futuro.

La conferencia concluyó con una sensación palpable de intriga y un reconocimiento de que el sistema de salud debe evolucionar no solo en la práctica médica, sino también en las normas y leyes que la regulan para proteger tanto a los profesionales como a los pacientes.