La tan esperada reforma de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza se enfrenta a otro contratiempo que pone en jaque el calendario establecido. El inicio de las obras, originalmente programado para 2025, se ha visto nuevamente pospuesto por una disputa administrativa. Esta situación ya había ocurrido en 2024 y ha repetido la historia una vez más.

El origen de esta nueva demora se encuentra en un recurso especial presentado por la unión temporal de empresas (UTE) Medicina Barcos y Enriquez Arquitectos-Magen Arquitectos, quienes cuestionan el proceso de adjudicación del proyecto a la empresa Idom. Aunque Idom fue declarada ganadora de la licitación, su condición aún no es oficial debido a este periodo de alegaciones.

Esta impugnación ha resultado en la “suspensión” del plazo para asignar el proyecto a Idom, lo que inevitablemente generará un retraso indeterminado, cuyas dimensiones podrían abarcar desde semanas hasta varios meses, dependiendo de la carga de trabajo que tenga el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón (TACPA) para resolver este conflicto.

La reforma de la facultad, que se encuentra en un edificio de 1973, no solo es importante para los estudiantes actuales, sino también para el futuro de la educación médica en la región. El coste máximo previsto para esta remodelación se estima en 20 millones de euros, excluyendo gastos de equipamiento. Además, en un contexto de competitividad, Idom presentó una oferta muy atractiva de 470.049 euros, destacándose por haber logrado una reducción de 125.000 euros respecto al presupuesto base de licitación, que era de 595.000 euros.

Durante el proceso de selección, tres empresas fueron descartadas por no cumplir con el porcentaje mínimo exigido, lo que dejó a Idom y a las empresas UTE Barcos y Enriquez Arquitectos-Magen Arquitectos en la contienda. Sin embargo, la UTE que quedó en segundo lugar ahora es la que ha desencadenado este nuevo retraso.

A medida que los estudiantes y profesionales de la salud esperan con ansias la modernización de las instalaciones, este episodio subraya la necesidad de revisar los procesos de adjudicación para evitar futuros contratiempos. Las expectativas están altas, pero la incertidumbre persiste en el aire. Estaremos atentos a cómo se desenvuelven los acontecimientos en el TACPA y a la nueva fecha de inicio de las obras que sigue en el horizonte.