A tan solo unas semanas de que se confirmaran las prisiones preventivas de Germán y Sebastián Kiczka, los resultados de las evaluaciones psicológicas han sacudido el caso de consumo y distribución de material de abuso sexual infantil en el que están involucrados. Este escándalo ha tomado un giro inesperado, complicando aún más la situación judicial de los acusados.

La investigación comenzó con un allanamiento en la casa del padre de los Kiczka, donde se hallaron 600 archivos de contenido ilegal, que incluían pornografía infantil, zoofilia con niños y adolescentes, e incesto. Esta alarmante colección ha generado una ola de indignación en la sociedad.

En octubre, ambos hermanos fueron sometidos a exhaustivas evaluaciones psicológicas con el objetivo de añadir esta información al expediente judicial. Las conclusiones fueron estremecedoras. Para Germán Kiczka, los profesionales identificaron "rasgos de personalidad psicopáticos y narcisistas", así como una inquietante "inclinación hacia la pedofilia", según reportes del medio local El Territorio. Esta revelación hace pensar que Germán podría haber mantenido un "patrón sistemático para captar y compartir contenido ilegal".

Sebastián, por su parte, mostró una "personalidad neurótica con rasgos depresivos, paranoides y esquizotípicos", además de indicadores de un posible "trastorno de las preferencias sexuales de tipo no exclusivo". Este escenario plantea serias preguntas sobre su salud mental y bienestar.

Los informes también mencionan un canal de YouTube titulado "La Magia del tío de Germán", utilizado supuestamente para atraer a menores mediante contenido aparentemente inocente, aunque sospechoso. Los expertos analizaron los videos y notaron comportamientos infantilizados, utilizando métodos que podrían manipular la atención de los niños.

Germán permanece en la Unidad Penal de Cerro Azul tras admitir que consumía y descargaba pornografía, aunque niega que el contenido esté relacionado con menores de edad. Después de varios días en fuga, fue arrestado en Loreto mientras intentaba justificar su situación como un "retiro espiritual".

Recientemente, la justicia de Misiones ratificó las prisiones preventivas para los hermanos Kiczka, desestimando la apelación de su defensa. Este fallo se produce después de que la investigación revelara que facilitaron aproximadamente 913 archivos multimedia con contenido de explotación sexual infantil, lo que ha incrementado aún más la gravedad de los cargos en su contra.

Además, la fiscal Silvia María Barronis ha ampliado los cargos contra Sebastián, incluyéndolo en un caso de abuso sexual simple y corrupción de menores, después de que una joven testificara haber sido víctima de sus acciones a los 13 años.

La situación de los hermanos Kiczka no solo ha dejado a la sociedad en shock, sino que también plantea serias cuestiones sobre la salud mental y la responsabilidad de quienes están en posiciones de poder. La investigación sigue bajo la jurisdicción del Juzgado N°4 de Apóstoles, donde la justicia continúa su curso, buscando respuestas y justicia para las víctimas.