La tragedia se desató el pasado miércoles cuando un avión Embraer 190 de Azerbaijan Airlines, que cubría la ruta desde Bakú en Azerbaiyán hacia Grozni en Rusia, se estrelló en Kazajistán. Este accidente ha dado lugar a serias acusaciones de Ucrania, que sostiene que el avión fue derribado por un sistema de defensa aérea ruso, según Andri Kovalenko, jefe del Centro de Lucha contra la Desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, quien se pronunció al respecto el jueves (26.12.2024).

Kovalenko compartió en su cuenta de Telegram que "la explosión de un misil de defensa aérea dañó el avión y desactivó sus sistemas". Además, argumentó que las perforaciones visibles en el fuselaje del avión en el momento del accidente no eran consecuencia de colisiones con aves, como inicialmente sugirieron diferentes medios rusos, sino que eran restos de metralla. Subrayó que el avión había sido dañado por las fuerzas rusas y, en lugar de realizar un aterrizaje de emergencia en Grozni para salvar vidas, se vio forzado a aterrizar en Kazajistán.

En medio de la tensión militar, Kovalenko hizo hincapié en que Rusia debería haber cerrado su espacio aéreo sobre Grozni durante un ataque con drones ucranianos en curso. Jamzat Kadirov, secretario del Consejo de Seguridad de Chechenia, confirmó que la ciudad había sido atacada esa misma mañana, asegurando que "todo lo que volaba fue derribado".

Mientras la controversia se intensifica, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, pide cautela y espera un resultado oficial de las investigaciones en curso. "Sería imprudente especular antes de que se complete la investigación", enfatizó Peskov, instando al público y a los medios a ser pacientes.

Desafortunadamente, el accidente dejó un saldo trágico: 38 de los 67 pasajeros y tripulantes a bordo perdieron la vida cerca de Aktau, Kazajistán. Esta situación ha llevado a que varios analistas militares rusos, alineados con el régimen, sugieran que el avión realmente fue derribado por su propia defensa aérea.

Esta nueva información añade tensión a la ya compleja situación geopolítica en la región. El público se pregunta cuáles serán las repercusiones de este incidente y si habrá más revelaciones sorprendentes en los días venideros. ¿Se tratará de un nuevo capítulo en la guerra entre Rusia y Ucrania o simplemente de un accidente trágico? La respuesta podría cambiar el curso de la historia en el Cáucaso.