Escándalo político en Chillán

El Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) acaba de dictar una impactante sentencia: el alcalde de Chillán, Camilo Benavente, enfrentará una suspensión de 30 días en su cargo, tras confirmar irregularidades en su gestión.

Irregularidades graves, pero no suficientes

A pesar de descubrir múltiples fallas en la administración de Benavente, el tribunal ha decidido que estas no justifican su destitución. Entre las irregularidades se destaca la contratación repetida de su primo, Carlos Webar Jiménez, en programas municipales, lo que va en contra de la ley por la falta de imparcialidad.

Contratos sin licitación

El alcalde habría autorizado contratos de arriendo de bienes municipales sin realizar licitación pública ni obtener el visto bueno del Concejo Municipal. Adicionalmente, se le acusa de haber entregado instalaciones deportivas a la comunidad sin las aprobaciones necesarias.

Falta de supervisión y multas

Otro punto crítico fue la falta de fiscalización en el contrato de mantenimiento de áreas verdes con la empresa Parques Johnson. A pesar de repetidos avisos de incumplimientos por parte de funcionarios y la Contraloría, no se tomaron medidas correctivas.

Una sanción sorprendente

Aunque la gravedad de los hechos es notable, el tribunal no encontró un daño patrimonial severo ni un beneficio directo para el alcalde. Así que, en lugar de una destitución, se aplicó una sanción disciplinaria, suspendiéndolo durante 30 días con el 50% de su sueldo.

¿Qué sigue para Chillán?

Esta suspensión comenzará a regir una vez que la sentencia sea oficial y se informará al Concejo Municipal, a la Secretaría Municipal y a la Contraloría General de la República. Una situación que seguramente seguirá dando de qué hablar en la comunidad de Chillán.