Una adolescente de 16 años en Coronel, región del Bío Bío, está atravesando una pesadilla tras recibir atención médica en un Servicio de Alta Resolución (SAR). Desde principios de noviembre, la joven ha quedado postrada y soportando intensos dolores que han cambiado drásticamente su vida.

La situación comenzó el 14 de noviembre, cuando la menor acudió al SAR Carlos Pinto Fierro por una evidente parálisis facial. Sin embargo, tras recibir una inyección en su muslo, su familia denuncia que el personal médico le dañó el nervio ciático, provocando un sufrimiento insoportable. Según Samuel Urra, tío de la adolescente, "desde ese momento, los dolores son tan agudos que ni la morfina puede aliviar su situación".

La familia asegura que la inyección fue administrada de manera incorrecta, lo que ha resultado en que la niña no pueda caminar ni llevar a cabo sus actividades diarias. Esta trágica serie de eventos la obligó a cerrar su año escolar de forma anticipada, dejando atrás sus estudios y sueños.

Tras el incidente, los padres decidieron buscar más ayuda, llevando a la menor de nuevo al SAR, desde donde fue trasladada al Hospital de Coronel y luego al Hospital Regional de Concepción, donde finalmente recibió el alta por parte de un neurólogo. Sin embargo, la angustia y el dolor no han cesado.

Los concejales de la comuna han expresado su preocupación al alcalde Boris Chamorro, y la familia se reunió con la Dirección de Salud Municipal para buscar respuestas y soluciones. Las autoridades del SAR han reconocido la atención brindada y han iniciado una investigación interna para determinar si hubo mala praxis en la atención médica. Rodrigo Molina, director de salud municipal, confirmó que ya hay un fiscal asignado para investigar el caso y que esperan encontrar respuestas rápidamente.

Frente a esta dolorosa situación, la familia está dispuesta a tomar acciones legales. Samuel Urra ha declarado: “Hemos intentado obtener ayuda sin éxito, por lo que hemos tenido que contratar un abogado para presentar la demanda necesaria”. Mientras tanto, desde el municipio se han ofrecido servicios de salud mental y exámenes médicos, pero la familia sigue enfrentando diariamente costos enormes y un sufrimiento inmenso debido a lo que consideran una negligencia médica.

Esta historia nos deja una pregunta inquietante: ¿qué futuro le espera a esta joven víctima de un error médico? La comunidad de Coronel se mantiene a la expectativa de los resultados de la investigación y de las acciones que se tomen para asegurar que no se repitan estos trágicos daños en el sistema de salud.