Un descubrimiento sorprendente en el Parque Nacional Cantanhez

Un equipo de investigación de la Universidad de Exeter ha revelado algo asombroso: un grupo de chimpancés en el Parque Nacional Cantanhez, ubicado en Guinea-Bisáu, consume alcohol con regularidad. Este hallazgo podría cambiar nuestra comprensión sobre el comportamiento de estos primates.

¿Alcohol por elección? La intrigante costumbre de los chimpancés

Los investigadores instalaron cámaras de vigilancia en varias áreas del parque y captaron a los chimpancés disfrutando de frutas fermentadas, lo que les llevó a cuestionar si estos animales consumen alcohol de manera intencionada y qué motivos podrían tener para hacerlo.

Sus raíces evolutivas: conectando la felicidad con el alcohol

Desde hace aproximadamente diez millones de años, nuestros ancestros han metabolizado el alcohol, utilizándolo como una especie de 'lubricante social'. El reciente estudio publicado en Current Biology sugiere que los chimpancés podrían estar buscando experiencias similares. Anna Bowland del Centro de Ecología y Conservación de Exeter comentó: “Beber alcohol genera una liberación de dopamina y endorfinas, provocando sensaciones de felicidad. ¿Podrían los chimpancés también estar buscando esto al consumir frutas etanólicas?”.

Un comportamiento social fascinante

Las cámaras grabaron a los chimpancés compartiendo estas frutas fermentadas en al menos diez ocasiones diferentes. Esto podría indicar que no solo buscan la fruta, sino que también existe un componente social en su consumo. La fruta del pan, que tiene una pulpa blanca y dulce, presenta un bajo nivel de alcohol del 0,61%, pero la dieta de estos chimpancés, compuesta en un 60-85% por fruta, sugiere que la ingesta total de alcohol podría ser significativa.

¿Emborracharse? Poco probable pero intrigante

Los investigadores creen que es poco probable que los chimpancés se emborrachen, ya que eso disminuiría sus oportunidades de supervivencia. Sin embargo, el impacto del alcohol en su metabolismo sigue siendo un misterio a resolver. Un hallazgo reciente sobre una adaptación molecular que mejoró el metabolismo del etanol en los ancestrales comunes de los simios africanos sugiere que el consumo de frutas fermentadas podría tener raíces muy antiguas.

Los lazos sociales en juego

En estos festines etanólicos, los chimpancés parecen compartir la fruta en grupo, un comportamiento que no siempre es común entre ellos. La doctora Kimberley Hockings de Exeter señaló: “Este comportamiento podría ser significativo, dado que no suelen compartir comida con frecuencia. Es necesario investigar si buscan intencionadamente estas frutas y cómo las metabolizan.”

Orígenes de una tradición humana

El descubrimiento sugiere que la tradición humana de festejar podría tener raíces evolutivas más profundas de lo que se pensaba, tal vez vinculado al mismo contexto que lleva a estos chimpancés a disfrutar de los efectos del alcohol. ¡El mundo animal nunca deja de sorprendernos!