Una reciente fotografía del Mars Hand Lens Imager (MAHLI), tomada el 22 de septiembre, ha revelado que el rover Curiosity enfrenta serios daños en uno de sus neumáticos. Con un panorama de enormes agujeros y desgarros, los seguidores de la misión en redes sociales comenzaron a expresar su preocupación sobre la capacidad del rover para seguir avanzando entre las rocas marcianas.

Sin embargo, ¡no todo está perdido! Según la cuenta de X de Curiosity, los daños no impiden que el vehículo continúe su exploración y las imágenes tomadas son cruciales para monitorear el desgaste. Incluso, el equipo de ingenieros ha sugerido que, si fuese necesario, podrían deshacerse de parte de los neumáticos y seguir rodando sin problemas.

Ashley Stroupe, ingeniera de operaciones de misión en el Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA, comentaba: «Durante el fin de semana, llevamos a cabo la revisión periódica de nuestras ruedas para comprobar cómo se comportan en el terreno accidentado. La imagen muestra la vista MAHLI de la rueda derecha central (RM), que aún se mantiene en buena forma a pesar de haber sufrido algunos de los peores abusos de Marte».

Cabe recordar que los daños en las ruedas del Curiosity no son un fenómeno nuevo; el rover ha tenido que lidiar con golpes, pinchazos y abolladuras prácticamente desde el inicio de su viaje por Marte. A pesar de que la misión estaba originalmente programada para durar solo dos años, el rover ha sido un verdadero guerrero, cumpliendo ya doce años de exploraciones.

Las ruedas del Curiosity, que pasaron por rigurosas pruebas de longevidad en la Tierra, han estado expuestas a un desgaste que ha superado las previsiones desde 2013. A pesar de que el equipo de la NASA reprogramó las rutas del rover para evitar terrenos difíciles, el desgaste ha seguido siendo un desafío. En 2017, un chequeo rutinario reveló pequeñas roturas en una de las ruedas, pero desde el JPL aseguraron que «las seis ruedas en su conjunto tienen tiempo de trabajo restante más que suficiente para llevar al vehículo a todos los destinos planeados para la misión».

Los daños que ha sufrido Curiosity son en parte resultado de la fatiga que sufre al atravesar superficies de roca dura, lo que ha llevado a pinchazos por el contacto con rocas puntiagudas. Todo esto era un riesgo conocido y no ha tomado por sorpresa al equipo de la misión. Sin embargo, la resistencia y adaptabilidad del rover han demostrado que es uno de los ingenios más robustos enviados al planeta rojo.

Mientras tanto, la NASA continúa monitoreando de cerca la salud del Curiosity y asegurándose de que pueda cumplir su misión de explorar y analizar la geología y clima de Marte. El rover todavía tiene muchas travesías por delante en su fascinante viaje a través del paisaje extraterrestre.