La situación en el Hospital do Barbanza ha llegado a un punto crítico, donde más de 50 personas se reunieron en la puerta principal en una protesta convocada por la Plataforma en Defensa da Sanidade Púbica. Los asistentes, incluidos vecinos de Aguiño, expusieron su desesperación ante la falta de personal médico y las interminables listas de espera para consultas de revisión, que en algunos casos alcanzan hasta dos años. Esto es inaceptable y pone en riesgo la salud de miles de pacientes.

Marián Rodríguez, portavoz de la mencionada plataforma, enfatizó que la falta de obligatoriedad en la publicación de las listas de espera de las consultas de seguimiento ha llevado a una gestión deficiente y opaca. "El Sergas hace pública la situación solo en junio y diciembre, y lo hace maquillando los números en lugar de abordar el problema real", dijo.

La situación es alarmante: actualmente hay 2.211 pacientes en Traumatología que deben esperar más de seis meses para una consulta de revisión, mientras que 407 pacientes en Medicina Interna enfrentan demoras similares. Aún más preocupante es que algunos pacientes deben esperar uno o dos años. Las estadísticas revelan que hay 522 personas en Oftalmología, 509 en Ginecología, 234 en Psicología de Adultos y 59 en Endocrinología que también enfrentan esperas de más de medio año para una segunda consulta.

Rodríguez destacó que estos retrasos son especialmente críticos en su especialidad de Psicología, donde la espera promedio de seis meses desde la primera cita puede llevar a muchos a recurrir a la sanidad privada, lo que no es una opción accesible para todos. Esta situación genera una clara falta de equidad en el acceso a la salud mental.

Además, la portavoz alertó sobre la situación de las pruebas diagnósticas: hay 123 personas esperando más de seis meses por una ecografía y otras 93 por un TAC. "¿De qué sirve que un médico te vea y pida un estudio si luego tardas años en obtener los resultados?", cuestionó Rodríguez, haciendo un llamado urgente a la Xerencia para mejorar la atención médica y garantizar que todos los pacientes reciban el tratamiento adecuado en el momento oportuno. La comunidad no puede seguir esperando, es hora de actuar y exigir una sanidad pública digna y eficiente. ¡La salud de nuestras familias depende de ello!