En un giro asombroso de la historia, un avión originalmente diseñado para misiones de espionaje durante la Guerra Fría ha sido transformado en una herramienta científica vital. El ER-2, un avión de la NASA similar al infame U2, ha estado realizando investigaciones innovadoras sobre las intensas tormentas tropicales que azotan el Caribe y América Central. Estos vuelos, que se llevaron a cabo en julio de 2023, han permitido a los científicos observar de cerca fenómenos nunca antes registrados en la atmósfera.

No solo se ha comprobado que las tormentas generan radiación gamma, sino que los datos acumulados sugieren que las intensas descargas eléctricas en estas tormentas son capaces de calentar el aire a temperaturas asombrosas, superando incluso la superficie del Sol. Los expertos han comparado este proceso con una olla de agua hirviendo, donde cada burbuja representaría un impulso de rayos gamma, iluminando el cielo con destellos invisibles a simple vista.

Un aspecto fascinante de esta misión es el descubrimiento de un tipo nuevo de rayo gamma denominado 'destello de rayos gamma titilante' (TGF por sus siglas en inglés), que podría ser la clave para entender cómo se generan los rayos en sí. En su esencia, estos destellos representan una forma de energía que precede a las descargas eléctricas, sugiriendo que existe un proceso aún más misterioso detrás de la creación de un rayo.

La investigación también resalta que las tormentas son los más poderosos aceleradores naturales de partículas en la Tierra. Se estima que hay alrededor de 2,000 nubes de tormenta activas en todo momento y los investigadores están ansiosos por comprender mejor cómo estas tormentas pueden generar antimateria mediante el choque de electrones relativistas viajando a casi la velocidad de la luz.

Los científicos que participan en el estudio están emocionados, dado que este avance podría transformar nuestro entendimiento no solo de los rayos, sino de toda la física de la atmósfera. El profesor Martino Marisaldi, uno de los principales autores del estudio, ha afirmado que la información nueva permite comprender que los rayos gamma no son solo curiosidades, sino procesos fundamentales que ocurren en prácticamente todas las tormentas con campos eléctricos lo suficientemente intensos.

Sin embargo, los científicos tranquilizan al público: aunque los destellos de rayos gamma son fenómenos violentos, no representan riesgos inmediatos para las personas. La verdadera preocupación radica en la cercanía a las tormentas mismas. Este tipo de investigaciones abre un nuevo campo en la meteorología y la física, alentando a futuras exploraciones de las nubes de tormenta, un desafío intrigante que promete revelar más secretos de la naturaleza en los próximos años. ¡Prepárense para más descubrimientos sorprendentes!