Salud

¡Increíble! El ajolote interrumpe el envejecimiento a los cuatro años y podría transformar la medicina: descubre su extraordinaria resistencia al deterioro físico

2024-11-19

Autor: Isidora

En los mágicos canales de Xochimilco, en el corazón de Ciudad de México, vive una criatura que parece sacada de un mito: el ajolote. Con su incessante sonrisa, branquias plumosas y su asombrosa capacidad para regenerar extremidades, este anfibio no solo ha fascinado a científicos, sino que también ha capturado la atención del público. Sin embargo, además de su apariencia peculiar, hay un increíble rasgo que les otorga un estatus único en el reino animal: dejan de envejecer epigenéticamente a los cuatro años.

La vida del ajolote está marcada por un fenómeno conocido como neotenia, que les permite conservar su forma larvaria durante toda su vida adulta. A diferencia de otros animales que sufren el desgaste del tiempo, estos anfibios muestran una resistencia destacable al deterioro físico, lo que ha impulsado investigaciones hacia sus posibles aplicaciones en medicina regenerativa y en tratamientos anti-envejecimiento.

Un estudio reciente en bioRxiv ha revelado que los ajolotes poseen un mecanismo exclusivo que detiene el envejecimiento. Esta maravilla biológica se conoce como reloj epigenético, que mide la edad biológica mediante la metilación del ADN, un proceso que regula la actividad de los genes y que se ve afectado por factores como el entorno, el estrés y la dieta.

El genetista Steve Horvath, célebre por desarrollar el primer algoritmo para medir el reloj epigenético en humanos, se unió a la bióloga Maximina Yun de la Universidad Tecnológica de Dresde para crear un reloj epigenético adaptado a los ajolotes. Su investigación abarcó 180 ejemplares de esta especie desde las cuatro semanas hasta los 21 años, y los resultados fueron sorprendentes: los marcadores epigenéticos que indican envejecimiento solo varían durante los primeros cuatro años. Posteriormente, los ajolotes parecen haber congelado su desarrollo, lo que les permite disfrutar de una "juventud eterna".

Este descubrimiento cuestiona todo lo que se sabía sobre los relojes epigenéticos en otras especies, en las que los cambios son continuos. En una entrevista con National Geographic, Horvath comentó: “Es fascinante que, según los cambios epigenéticos, los ajolotes aparezcan como si dejaran de envejecer a los cuatro años.”

Para entender mejor el vínculo entre el envejecimiento humano y el de los ajolotes, los investigadores desarrollaron un reloj epigenético dual que mide la metilación del ADN de ambas especies. Este avance ha permitido encontrar similitudes sorprendentes, como que el proceso de envejecimiento epigenético en humanos y ajolotes sigue patrones comparables hasta cierto punto.

La diferencia fundamental permanece en la capacidad de los ajolotes para frenar por completo el envejecimiento y su excepcional capacidad regenerativa. Los estudios han mostrado que las extremidades regeneradas en ajolotes son biológicamente más jóvenes que el resto de su cuerpo, lo que sugiere un rejuvenecimiento epigenético, donde los nuevos tejidos parecen "resetearse" a una fase más temprana del desarrollo.

Los descubrimientos sobre los ajolotes no solo desvelan los secretos fascinantes de la biología de estos anfibios, sino que abren nuevas posibilidades en la medicina humana. Si los científicos logran comprender cómo los ajolotes detienen su desarrollo epigenético y regeneran tejidos, podría ser posible replicar estos procesos para el tratamiento médico en los humanos.

Por ejemplo, en el caso de los mamíferos, mientras más jóvenes son, tienen una capacidad limitada para regenerar tejidos después de una lesión, pero esta habilidad se pierde con la edad. En contraste, los ajolotes pueden regenerar extremidades, órganos e incluso partes de su corazón y médula espinal a lo largo de toda su vida. Comprender cómo logran esta hazaña podría revolucionar el tratamiento de heridas graves, amputaciones o incluso enfermedades degenerativas.

La continua investigación sobre estos fascinantes seres podrá resultar, no solo en soluciones médicas innovadoras, sino en un futuro donde el envejecimiento se vea diferente. ¡El ajolote podría ser la llave para desbloquear la eternidad!