Durante la Ceremonia de Clausura del CLXI Año Académico de la Academia Nacional de Medicina de México (ANMM), se hizo entrega de la prestigiosa Presea “Miguel F. Jiménez” a un selecto grupo de académicos que han cumplido 50 años desde su ingreso a esta venerada institución. Entre los galardonados se encuentran nombres destacados como los doctores Jorge Martínez Manautou, Aline Shunemann Hofer de Aluja, Rubén Argüero Sánchez, Carlos Eduardo de la Rosa Laris, Guillermina Yankelevich Nedvedovich y Samuel Karchmer Krivitzky.

El Dr. Rubén Argüero, en representación de los premiados, expresó su profunda gratitud: “Es un gran honor y un placer recibir este reconocimiento de la Academia Nacional de Medicina, donde se congregan los médicos que, gracias a su dedicación y esfuerzo en el campo de la medicina y la educación académica, han logrado destacar en esta institución centenaria, que posee una historia y trayectoria indiscutibles.

El Dr. Argüero también recordó el momento en que, en la conmemoración del centésimo quincuagésimo aniversario, se otorgó por primera vez esta distinción en honor del Dr. Miguel F. Jiménez, quien fue presidente de la Academia en cuatro ocasiones y formador de centenares de médicos. “Su brillante historia nos señala las huellas que debemos seguir”, afirmó.

El profesor emérito de la Facultad de Medicina de la UNAM compartió un recuerdo significativo: “Nunca imaginé que al recibir la invitación del Dr. Carlos R. Pacheco para unirme a esta prestigiosa institución, me encontraría en una ceremonia tan emotiva como la actual. El Dr. Pacheco presentó mi tesis de licenciatura en la última sesión realizada en la antigua sede de la Academia, un lugar que ha sido fundamental en nuestra historia.”

Destacando el compromiso y sacrificio de sus colegas, el Dr. Argüero dijo: “A 50 años de su ingreso a esta institución, todos los homenajeados se han dedicado con perseverancia, honestidad y amor a la profesión médica. Aunque algunas palabras de elogio puedan parecer exageradas, sin duda los héroes de la medicina del siglo pasado son verdaderamente ‘Príncipes de la Cirugía y Medicina’.”

El Dr. Argüero enfatizó que muchos de los mejores profesores de la escuela fueron invitados a formar parte de la Academia, siendo algunos de ellos rectores de la UNAM y directores de hospitales. “Numerosos académicos han sido honrados al llevar su nombre hospitales, aulas y espacios públicos en la Ciudad de México y otras partes del país.”

“En estos 50 años de vida académica, hemos vivido transformaciones significativas, desde líderes fortalecidos hasta personalidades sobresalientes del ámbito nacional. Algunos alcanzaron el éxito, mientras que otros, con humildad, contribuyeron de manera igualmente valiosa a la prestigiosa trayectoria de la Academia Nacional de Medicina”, resaltó con emoción.

Finalmente, agradeciendo a su familia, amigos, colegas y autoridades, el Dr. Argüero reflexionó sobre el significado de este reconocimiento, expresando: “De esta prestigiosa institución, he recibido todo a lo largo de mi trayectoria académica. Me doy cuenta de que lo que se me otorga hoy, en este grandioso recinto y en un marco de solemnidad inolvidable, representa la consagración de toda una vida dedicada a la academia.”