El Jardín Infantil Pinocho de Miraflores, situado en Viña del Mar, se ha convertido en el foco de la preocupación de los padres, quienes se manifestaron enérgicamente a las afueras de la institución para exigir medidas urgentes de seguridad. La alarmante situación ha escalado hasta convertirse en el quinto robo en un corto lapso de menos de 30 días, lo que ha llevado a la comunidad a unirse en mesas de coordinación junto a los vecinos para abordar la creciente ola de inseguridad en la zona.

Daniela Curiqueo, vocera de la Asamblea Extraordinaria de Madres y Apoderados del jardín, no ha dudado en expresar el descontento generalizado ante la falta de acciones efectivas. "Nuestra preocupación es por la seguridad de nuestros hijos. No podemos permitir que esto continúe", afirmó Curiqueo, evidenciando la frustración de los padres.

En el marco de la crisis, el diputado Luis Cuello también alzó su voz, dirigiéndose a la directora regional de Junji y a la subsecretaria de Prevención del Delito. Cuello enfatizó que este problema no es una situación aislada, sino un reflejo de la creciente criminalidad en la región, criticando la lenta respuesta de las autoridades competentes.

El concejal Nicolás López, por su parte, hizo un llamado a la acción, instando a padres, madres y cuidadores a organizarse y trabajar en conjunto para abordar las inquietudes en términos de seguridad en los diferentes establecimientos de la Junji.

La situación que rodea al Jardín Infantil Pinocho ha provocado una fuerte reacción comunitaria, ya que los robos no solo afectan la propiedad física, sino que también ponen en riesgo los derechos de los niños y niñas que asisten al lugar. La violencia y la inseguridad en los entornos infantiles son temas de gran relevancia, y las autoridades deben atender con urgencia la demanda de una solución eficaz.

La comunidad sigue en pie de lucha, esperando que, alzar sus voces, logren el cambio necesario para proteger a los más vulnerables.