¡Increíble! El queso gourmet se convierte en el nuevo objetivo de criminales del mercado negro
2024-11-19
Autor: Joaquín
En un sorprendente giro de los acontecimientos, Patrick Holden, un productor de lácteos, se encontró en medio de un escándalo masivo cuando un pedido de 22 toneladas de su prestigioso cheddar Hafod fue robado, revelando la creciente conspiración entre el crimen organizado y la industria alimentaria. El orden, que ascendía a unos impresionantes US$378,000, fue tramado por un estafador que se hizo pasar por un comprador de una cadena de supermercados francesa.
Este robo, apodado "el robo del queso rallado", ha puesto en alerta a toda la industria quesera. Aunque el queso puede parecer una mercancía extraña para robar, los precios cada vez más altos han hecho que la delincuencia relacionada con estos productos de lujo esté en ascenso. Solo en el último año, se ha reportado que el queso robado constituye una parte significativa de los delitos alimentarios que, según la Organización Mundial del Comercio, le cuesta a la industria alrededor de US$50,000 millones anuales.
Este fenómeno no es aislado. La creciente demanda de quesos artesanales y gourmet ha llevado a un aumento en los robos. Por ejemplo, en Inglaterra, un robo de quesos por valor de US$63,000 ocurrió justo antes de Navidad el año pasado. En otro caso, una familia productora de queso fue víctima de un robo de nueve toneladas en 1998, y en 2016, un cargamento de Parmigiano Reggiano con un valor de US$100,000 fue sustraído en Italia.
Con el aumento del costo de los insumos y el impacto de factores como la guerra en Ucrania, el queso gourmet ha visto un incremento de precios alarmante, lo que lo convierte en un objetivo atractivo para los delincuentes. En 2024, el cheddar en el Reino Unido subió su precio un 6.5% en comparación con el año anterior. Sin embargo, este producto de alto valor no solo es difícil de robar debido a su naturaleza volumínica, sino que también plantea problemas logísticos para su transporte.
La infiltración del crimen organizado en el sector alimentario está tomando formas inquietantes. Se ha reportado el contrabando de drogas a través de las cadenas de suministro de alimentos como una práctica habitual. Andy Quinn, de la Unidad Nacional de Delitos Alimentarios del Reino Unido, señala cómo los carteles pueden infiltrarse en negocios legítimos para utilizar sus redes de distribución en actividades ilícitas, incluyendo el transporte de queso robado.
El fenómeno del "fromagicidio", donde se destruyen enormes cantidades de queso debido a sanciones contra Rusia, ha creado un próspero mercado negro que cubre la demanda de productos lácteos europeos. Muchos rusos buscan quesos importados, lo que lleva a un aumento en el tráfico ilegal de productos alimenticios, incluidos quesos de lujo como el Parmigiano Reggiano y el Roquefort.
La creciente sofisticación de estas operaciones ilícitas plantea grandes desafíos no solo para las autoridades, sino para los pequeños productores que dependen de la venta de sus quesos de calidad. Con algunas explotaciones enfrentándose a la posibilidad de cierre por pérdidas económicas significativas, el futuro del queso artesanal en el Reino Unido y en el mundo es cada vez más incierto.
Mientras tanto, los queseros están tomando medidas para proteger sus productos, incluyendo la incorporación de tecnologías de seguimiento como chips en los quesos para identificar y prevenir el robo. Sin embargo, hasta que la seguridad y la regulación se refuercen adecuadamente, el queso gourmet podría seguir siendo un blanco atractivo para los malhechores.