En un emocionante encuentro que dejó a todos al borde de sus asientos, Manchester United y Liverpool empatXaron 2-2 en la vigésima fecha de la Premier League. Este clásico inglés estuvo a punto de ser cancelado debido a las adversas condiciones climáticas, marcadas por una tormenta de nieve y lluvia helada que afecta al Reino Unido, pero finalmente el espectáculo se llevó a cabo en Anfield.

Desde el principio, se anticipaba que Liverpool tendría el control, y su dominio se materializó bajo la dirección de Alexis Mac Allister, quien fue fundamental en la creación de jugadas ofensivas mientras que el United se replegaba tratando de sorprender a la contra.

Aunque el equipo de Arne Slot tomó la delantera, resistieron las acometidas rivales, logrando contragolpes efectivos, especialmente aprovechando la banda izquierda, donde encontraron una clara debilidad en Trent Alexander-Arnold.

Fue Lisandro Martínez quien abrió el marcador con un gol a los 52 minutos. Tras una anticipación brillante al egipcio Salah, cedió el balón a Bruno Fernandes, quien asistió a Martínez dentro del área, para que este definiera de manera magistral ante Alisson.

Sin embargo, la alegría del Manchester United fue efímera, ya que solo siete minutos después, Cody Gakpo se encontró con un pase en el área, realizó un espectacular recorte a Matthijs de Ligt y disparó a colocar el balón, dejando sin opciones a Onana.

Un tiro penalti luego lo estableció Mohamed Salah, quien, tras una mano clara de De Ligt en el área, aprovechó la oportunidad y marcó su gol número 18 de la temporada, superando a Erling Haaland en la clasificación de goleadores. Esto representó un duro golpe para el United, que tenía apenas 20 minutos para buscar la igualada.

Sin embargo, el Manchester United no se rindió. Alejandro Garnacho, entrando por la banda derecha, envió un centro al área que encontró a Amad Diallo, quien fue letal en la definición, igualando el marcador.

La tensión aumentó en los últimos minutos del partido, donde tanto Onana como Alisson brillaron bajo los tres palos, desbaratando múltiples oportunidades de gol. En un desenlace dramático, Harry Maguire tuvo la oportunidad de sellar el triunfo pero su remate terminó por sobrepasar la portería vacía.

Al final, el encuentro terminó en un empate que deja a ambos equipos con la sensación de que pudieron haber logrado más. Para el Manchester United, este resultado proporciona un respiro bajo la presión de su entrenador Rubén Amorim, mientras que el Liverpool no pudo aprovechar el tropiezo del Arsenal, quien sigue liderando la tabla con seis puntos de ventaja.

Este vibrante empate no solo aviva la rivalidad entre estos dos gigantes del fútbol inglés, sino que también mantiene la emoción de la liga cuando aún hay mucho en juego en el camino a la conquista del título.