Pep Guardiola, el famoso entrenador del Manchester City, ha estado en el centro de la controversia tras un comentario malinterpretado sobre su salud mental después del emocionante empate 3-3 contra el Feyenoord en la quinta jornada de la UEFA Champions League.

El Manchester City dominaba el partido, llevándose a cabo en el Etihad Stadium, con un claro 3-0 en el marcador. Sin embargo, en los últimos 15 minutos, el Feyenoord sorprendió a los ciudadanos, logrando igualar el encuentro y dejando a los aficionados en estado de shock.

En la rueda de prensa posterior al partido, cuando los periodistas le preguntaron sobre las marcas visibles en su rostro, similares a rasguños, Guardiola sorprendió al responder: “Las hice con los dedos, con las uñas… quería hacerme daño”. Esta declaración generó una ola de críticas, lo que llevó a Guardiola a retractarse y ofrecer una disculpa pública.

“Al final de una rueda de prensa me tomaron por sorpresa con una pregunta sobre un rasguño que me había aparecido en la cara, y expliqué que con una uña afilada lo había causado”, comentó el técnico en su cuenta de X (anteriormente Twitter).

Guardiola aclaró que su comentario no tenía la intención de trivializar el serio problema de la autolesión. “Mi respuesta no pretendía en ningún caso restarle importancia a un gravísimo problema de salud mental que afecta a muchas personas”, añadió.

Esta situación ha reabierto el debate sobre la salud mental en el deporte, y cómo los atletas y entrenadores deben ser responsables con sus palabras, especialmente en el contexto emocional y la presión que sienten durante las competiciones de alto nivel. La sociedad en general está cada vez más atenta a la importancia de cuidar la salud mental, y las reacciones a las palabras de Guardiola han resaltado esta necesidad.