Un equipo internacional de astrónomos ha hecho un descubrimiento asombroso: han identificado y caracterizado el disco más antiguo de nuestra galaxia, la Vía Láctea, al que han apodado PanGu. Este hallazgo es un verdadero tesoro para la comunidad científica, ya que nos permite viajar en el tiempo hasta hace más de 13.500 millones de años, apenas unos cientos de millones de años después del Big Bang.

El nombre PanGu proviene de la mitología china, donde se considera un símbolo de creación y origen. Este antiguo disco no solo revela la apariencia de la Vía Láctea en sus primeros días, sino que también proporciona pistas sobre su formación y evolución a lo largo de milenios.

Los investigadores han determinado que PanGu tiene una masa equivalente a aproximadamente 2 mil millones de veces la del Sol. Aunque esto pueda parecer un número exorbitante, representa solo una pequeña fracción de la enorme masa de la Vía Láctea que conocemos hoy. Sin embargo, en ese remoto pasado, PanGu era el núcleo dominante de la joven galaxia, lo que sugiere que su papel en la formación de la Vía Láctea fue esencial.

La investigación también ha reformulado nuestra comprensión sobre la formación de estrellas en la galaxia. Inicialmente, la tasa de formación de estrellas era moderada, generando aproximadamente 2 masas solares por año. Sin embargo, este ritmo se acrecentó con el tiempo, alcanzando un impresionante pico de 11 masas solares por año hace unos 11 mil millones de años, antes de caer de nuevo. Esto es comparable a una adolescencia llena de actividad y energía, donde la Vía Láctea producía estrellas de manera frenética.

Un aspecto asombroso del estudio revela los cambios en la forma del disco galáctico a lo largo del tiempo. En sus inicios, el disco era notablemente más grueso en comparación con su diámetro. A medida que transcurrieron los milenios, su forma se fue aplanando, lo que refleja un proceso dinámico de evolución galáctica.

Además, los científicos llevaron a cabo comparaciones con simulaciones por computadora de galaxias similares y encontraron que la Vía Láctea es bastante inusual. ¡Solo una de cada seis galaxias simuladas tiene un disco antiguo tan bien conservado como el de nuestra galaxia! Esto sugiere que las galaxias pueden comenzar a formar discos organizados mucho antes de lo que se había pensado previamente, alineándose con observaciones recientes del Telescopio Espacial James Webb, que ha estado revolucionando nuestro entendimiento del cosmos.

Sin duda, este descubrimiento no solo abre nuevas puertas al estudio de la Vía Láctea, sino que también plantea preguntas sobre la formación de otras galaxias en el universo. Mientras seguimos explorando, el legado de PanGu nos ayudará a desvelar los secretos más profundos de nuestra existencia cósmica.