La impactante historia se remonta a 2009, cuando James Howells, el afortunado minero de Bitcoins, decidió ignorar el valor futuro de su hallazgo. Fue en 2013 cuando su entonces pareja, Halfina Eddy-Evans, recogió el disco duro a pedido de Howells para deshacerse de varias bolsas de basura. Sin saberlo, pronto se volvería protagonista de un drama financiero increíble.

Eddy-Evans, quien ha decidido romper el silencio, declaró: "Sí, tiré la basura. Él me lo pidió, pero no tenía idea de que allí estaba escondida una fortuna en criptomonedas. Simplemente dejé el disco duro en el basurero local después de regresar de la escuela. Me dijo que había tres o cuatro bolsas para tirar. La verdad es que no sabía que contenía su contraseña de Bitcoins. Así que perderlo no fue mi culpa."

Desde que el Bitcoin comenzó a adquirir popularidad, Howells ha estado en una búsqueda frenética por recuperar su disco duro. Desesperado, ha estado rogando al Ayuntamiento de Newport que le permita excavar en el vertedero, solo para ser rechazado debido a preocupaciones medioambientales. El ayuntamiento afirmó que la excavación podría tener un grave efecto negativo en el entorno.

“No puedo más con esto. Quiero que él lo encuentre, pero también creo que debería dejarlo ir”, comentó Eddy-Evans, con quien comparte la crianza de dos hijos adolescentes.

La situación ha puesto en la mira un debate significativo sobre la utilización de terrenos públicos para búsquedas privadas. El basurero de Newport alberga más de un millón de toneladas de residuos, aunque Howells ha reducido su búsqueda a unos 100,000 toneladas.

En este contexto, Howells ha prometido donar el 10% de la fortuna recuperada a la comunidad local. Sin embargo, su esfuerzo no ha estado exento de complicaciones. Recientemente, ha lanzado acciones legales contra el Ayuntamiento, argumentando que está sufriendo un daño al restringir el acceso a su propiedad. A pesar de que cuenta con un equipo de especialistas dispuestos a trabajar sin costo alguno, el Ayuntamiento considera su demanda como “débil” y preocupante en términos de impacto ambiental.

La primera audiencia del caso se programó para principios de diciembre, y ha atraído un considerable interés mediático y público. La situación se ha vuelto aún más intensa debido al repentino aumento del valor del Bitcoin, que ha estado marcado por cifras récord este año. Con el Bitcoin alcanzando ya casi los 100,000 dólares, Howells estima que si superara los 157,000 dólares, su fortuna podría ascender a más de mil millones de libras.

Además de su lucha personal, la historia de Howells ha desatado un frenesí en redes sociales sobre la suerte y el destino, mientras muchos analistas predicen que el Bitcoin alcanzará cifras de seis dígitos en el corto plazo. Algunos incluso creen que esta escalada está ligada a la reciente victoria de Donald Trump, un conocido defensor de las criptomonedas, cuyo gabinete mayormente posee este tipo de activos.

La pregunta ahora es: ¿Logrará James Howells recuperar su fortuna perdida en la basura?