Esta semana se han revelado los impresionantes resultados económicos que dejaron los Juegos Olímpicos de París 2024, mostrando cifras que sin duda deberían llamar la atención de Chile, que tiene la mirada puesta en organizar los Juegos Olímpicos de 2036.

Los Juegos Olímpicos de París, celebrados el pasado verano, reportaron un excedente de 26,8 millones de euros, resultado de un récord histórico en la venta de entradas y un éxito rotundo en la captación de patrocinadores, superando todas las expectativas.

Tony Estanguet, presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos (COJO), afirmó: “Ha sido un verdadero éxito” en una entrevista con France Info, resaltando la asistencia masiva de público y el increíble interés por asistir a este evento mundial.

Específicamente, se vendieron más de 9,5 millones de entradas para los Juegos Olímpicos y más de 2,5 millones para los Juegos Paralímpicos, lo que generó ingresos por 1.489 millones de euros. Además, los ingresos por patrocinio también superaron las metas estimadas, alcanzando una cifra superior en 150 millones de euros.

En total, los ingresos de este evento monumental ascendieron a 4.480 millones de euros, mientras que los gastos se mantuvieron en 4.453 millones, demostrando una gestión eficaz y prudente de los recursos.

El extrarodinario excedente obtenido será distribuido de la siguiente manera: el 60% se destinará a la promoción y desarrollo de deportes en Francia, el 20% al Comité Nacional Olímpico y Deportivo Francés (CNSOF), y el 20% restante se enviará al Comité Olímpico Internacional (COI).

Este éxito no solo implica beneficios económicos, sino que también abre la puerta a un debate importante sobre el legado de los Juegos Olímpicos y su capacidad para inspirar y fomentar el desarrollo deportivo en otras naciones, como es el caso de Chile. ¿Podría este éxito servir como modelo a seguir para el futuro de los deportes en el país sudamericano? ¡El tiempo lo dirá!