¡Increíble! Lo que le sucede al cerebro de los astronautas al abandonar la Tierra, según un reciente estudio de la NASA
2024-11-21
Autor: Santiago
Durante las misiones espaciales, los astronautas se enfrentan a tareas extremadamente complejas que requieren un alto nivel de concentración. Cualquier error, por pequeño que sea, puede tener consecuencias catastróficas. Sin embargo, además de estos desafíos, están expuestos a varias tensiones ambientales como la radiación, la gravedad alterada, el aislamiento y las alteraciones en el ciclo de sueño, todos factores que pueden afectar seriamente su rendimiento cognitivo.
Recientemente, la NASA ha conducido el estudio más exhaustivo sobre el rendimiento cognitivo de los astronautas. La investigación, publicada en la revista Frontiers in Physiology, analizó cómo estos profesionales manejan los desafíos cognitivos durante las misiones que se extienden por seis meses en la Estación Espacial Internacional (ISS).
La vida en el espacio impone presiones extremas al cuerpo humano. Los astronautas no solo enfrentan problemas relacionados con la radiación y la gravedad, sino que también lidian con la falta de sueño y condiciones laborales exigentes.
Históricamente, ha habido informes anecdóticos sobre posibles dificultades cognitivas en los astronautas, especialmente al realizar tareas que requieren atención sostenida. Estudios previos en misiones cortas sugirieron que la concentración podría verse afectada por la atmósfera del espacio.
Investigaciones sobre misiones de larga duración en la ISS también indicaron que aquellos astronautas que dormían menos de cinco horas mostraban peores resultados en pruebas de atención sostenida.
En esta nueva investigación, se examinaron minuciosamente los cambios en una variedad de dominios del rendimiento cognitivo de 25 astronautas que pasaron un promedio de seis meses en la ISS. Esta es la mayor colección de datos sobre el rendimiento cognitivo de astronautas profesionales jamás publicada.
La doctora Sheena Dev, líder del estudio, aseguró que: “No se encontraron indicios de un deterioro cognitivo significativo ni de un declive neurodegenerativo en los astronautas durante su estancia en la ISS”. De hecho, vivir y trabajar en el espacio no mostró un deterioro cognitivo generalizado que pudiera indicar daño cerebral.
No obstante, investigadores como Lucía Crivelli, especialista en neuropsicología, advierten que el diseño del estudio tiene sus limitaciones. Si bien es exhaustivo, las evaluaciones temporales (antes, durante y después de la misión) podrían no ser suficientes para descartar un deterioro cognitivo que podría aparecer más adelante. Crivelli sugiere la necesidad de un seguimiento a largo plazo a esta misma cohorte de participantes.
Los astronautas pasaron por diversas pruebas diseñadas para evaluar distintos aspectos cognitivos a través de diez subpruebas. Los resultados mostraron que la velocidad en tareas relacionadas con el procesamiento de información, la memoria operativa y la atención se vio afectada: eran más lentas que las registradas en la Tierra, aunque la precisión se mantuvo intacta. Sin embargo, esta lentitud solo fue evidente al comenzar la misión y no continuó de forma uniforme.
El rendimiento en la atención disminuyó solo en las etapas iniciales, y la velocidad de procesamiento no alcanzó los niveles normales hasta después de finalizada la misión y el regreso a la Tierra. A pesar de estos hallazgos, la doctora Dev concluyó que el rendimiento cognitivo en general se mantuvo estable: no se encontraron evidencias de daño al sistema nervioso central durante las misiones.
El estudio también identificó que algunas áreas cognitivos son más propensas a ser afectadas que otras. La velocidad de procesamiento, la atención y la memoria operativa son los aspectos más vulnerables, tanto en el espacio como en la Tierra, mientras que la memoria a largo plazo parece ser menos sensible a los estresores.
Dev explicó que estos cambios son similares a lo que ocurre en la Tierra en días de alta exigencia y poco descanso, donde la concentración y la rapidez para completar tareas se ven comprometidas.
“Los dominios más vulnerables durante una misión en la ISS son los mismos que resultan ser más susceptibles al estrés en situaciones cotidianas en la Tierra”, comentó la investigadora.
Sin embargo, los científicos admitieron que el estudio no explicó el porqué de estos cambios ni evaluó el impacto en el rendimiento operativo de los astronautas. La doctora Dev sugirió que, incluso con descensos en las evaluaciones, los astronautas pudieron haber desarrollado estrategias compensatorias efectivas para completar sus tareas. La exploración del espacio continúa desafiando no solo la física, sino también la resiliencia humana y nuestra capacidad para adaptarnos a entornos extremos.