Un estudio reciente llevado a cabo por Sanitas ha arrojado luz sobre la relación emocional que tenemos con los abrazos en España. Sorprendentemente, el 95% de los encuestados considera que recibir abrazos contribuye significativamente a su bienestar emocional.

Los datos revelan que los españoles abrazan más a sus mascotas (28%) que a sus amigos (23,3%) y que solo un preocupante 6,4% abraza a sus abuelos de manera habitual. Este hallazgo pone de manifiesto una desconexión afectiva significativa con una de las generaciones más sabias y queridas de nuestra sociedad.

La ciencia también sugiere que la abuela preferida de muchos nietos ha sido elogiada por su capacidad para ofrecer amor y afecto desinteresado, algo que podría ser un factor motivador para mejorar nuestra conexión con ellos a través de abrazos.

La esencia de un abrazo radica en su capacidad para liberar oxitocina, conocida como la hormona de la felicidad. Esta sustancia no solo mejora el estado de ánimo, sino que también ayuda a regular el ritmo cardíaco y provoca una sensación profunda de calma y seguridad. Soraya Bajat, jefa de Salud Mental de los Hospitales Universitarios Sanitas, explica que esta conexión emocional puede tener un impacto directo en nuestra salud física.

Un abrazo proporciona una gama de emociones positivas; el 73% de los encuestados lo relaciona con cariño, el 64% con amor, el 56,3% con consuelo y un 53% lo considera una fuente de tranquilidad. Además, la mayoría de los españoles (90%) cree que abrazar también afecta favorablemente a su salud física, aliviando la presión arterial y reduciendo los niveles de cortisol, la hormona del estrés.

Sin embargo, los abrazos no solo se limitan a familiares; las parejas son los que más abrazos reciben (61%), seguidos de los hijos (44%) y los padres (28%). Lamentablemente, la interacción entre abuelos y nietos es la menos frecuente, lo que resalta la necesidad de reavivar estos lazos.

De media, los españoles se abrazan unas 15 veces a la semana, pero las mujeres superan la cifra con 17,7 abrazos semanales, y aquellos entre 35 y 44 años llegan hasta 21. En cambio, los mayores de 65 a 75 años se encuentran en el extremo opuesto, con solo 10,6 abrazos por semana.

La falta de confianza parece ser una barrera para muchos, dado que un 84,6% de los encuestados la identifican como la principal razón para no abrazar más. Sin embargo, el deseo de abrazar más se encuentra en el corazón de la mayoría; el 80% de los entrevistados espera que en España se fomente más esta práctica afectiva, ya que el 83% la considera uno de los momentos más felices del día.

Así que, la próxima vez que veas a un abuelo, no olvides darle un abrazo. Podría ser el mejor regalo que le ofrezcas y una fuente de alegría tanto para él como para ti.