La chilena Benita Elgueta Saldias, conocida en el ring como Akari, está deslumbrando a Japón al consagrarse campeona de lucha libre en la modalidad de parejas junto a su compañera Crea. Este triunfo no solo marca su carrera, sino que también coloca a Chile en el mapa de la lucha libre internacional.

En una reciente entrevista con Expreso Bío Bío, Akari compartió lo que ha significado para ella esta victoria en el emblemático Korakuen Hall, el lugar más prestigioso para la lucha libre en Japón. "Es el evento más importante de la empresa y, en general, de la lucha libre japonesa. Aquí se celebran los eventos más significativos", explicó.

El reconocimiento llegó con una emotiva reacción del público japonés, quienes coreaban su nombre. "Imagínate si no lo hubiera intentado, todo lo que hubiera perdido", reflexionó Akari sobre su decisión de mudarse a Japón para perseguir su sueño.

¿Qué diferencia hay entre luchar en Chile y en Japón?

Akari reveló que el ambiente de lucha en Japón es completamente profesional y estructurado. "Mi empresa tiene un edificio de cuatro pisos: el primer piso es el ring, el segundo las máquinas de ejercicio, el tercero oficinas, y así sucesivamente", detalló. En contraposición, mencionó que en Chile aún hay mucho camino por recorrer para alcanzar este nivel de profesionalismo. "Se necesita que la gente conozca más la lucha. Se necesita más público para que en Chile sea reconocido", añadió, enfatizando la importancia de la visibilidad.

Akari también destacó que, a pesar de que había solo un grupo reducido de chilenos en el evento, su energía y apoyo fueron inigualables. "Eran solo 12 chilenos en el Korakuen, pero te lo juro que eran los que más gritaban", compartió con orgullo.

Un viaje de sacrificio y pasión

La luchadora llegó a Japón a los 24 años como aprendiz y, aunque al principio no estaba convencida debido a su percepción de que la lucha japonesa era similar a la WWE, siempre se sintió atraída por el puroresu y su intensidad. Su interés se despertó cuando, a los 15 años, asistió a un evento en San Antonio y conoció a un luchador que incorporaba artes marciales en su estilo japonés.

"El puroresu es muy distinto a lo que uno ve en la WWE, aquí ves que realmente se pegan patadas en la cabeza. Yo decía ‘esto es maravilloso’", recordó. Fue este encuentro el que la llevó a decidirse a viajar a Japón, donde finalmente tomó el nombre de Akari, que significa luz en japonés.

Además, la luchadora relató cómo se enfrentó al desafío del idioma. Aunque había estudiado japonés en Chile, se dio cuenta de que la comunicación era mucho más compleja al llegar a Japón. Aprendió a través de la interacción con sus compañeras, adaptándose rápidamente a su nuevo entorno.

Este triunfo de Akari no solo es un hito personal, sino un gran impulso para el reconocimiento de la lucha libre en Chile. La comunidad de luchadores y aficionados en el país espera que su éxito inspire a otros a seguir sus pasos y expandir la cultura de la lucha libre en Latinoamérica. ¿Qué sorpresas le deparará el futuro a esta talentosa luchadora? ¡Solo el tiempo lo dirá!