Ciencia

¡Increíble pero cierto! Un plan B alucinante para combatir el calentamiento global utilizando diamantes, aunque su costo es exorbitante

2024-11-18

Autor: Santiago

A pesar de los esfuerzos globales para detener el calentamiento del planeta, las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando. Las preguntas son inquietantes: ¿qué haremos si todo lo demás fracasa? ¿Podremos revertir la situación si las temperaturas superan el límite de 1,5 °C establecido por el Acuerdo de París? En Suiza, un grupo de científicos tiene una idea revolucionaria: la geoingeniería solar, con diamantes como la carta secreta para enfriar la Tierra.

La propuesta es sorprendente. Investigadores de la ETH Zúrich han propuesto inyectar millones de toneladas de polvo de diamante en la estratosfera como una solución temporal al calentamiento global. Según cálculos publicados en la revista Geophysical Research Letters, arrojar cinco millones de toneladas de polvo de diamante anualmente podría reflejar suficiente luz solar para reducir la temperatura en 1,6 °C en un plazo de 45 años, lo cual ayudaría a mitigar los efectos más devastadores del cambio climático.

Inspirados por la naturaleza. Este método se basa en el efecto de enfriamiento de las erupciones volcánicas más poderosas de la historia. Al liberar dióxido de azufre en la atmósfera, los volcanes generan aerosoles que reflejan la luz solar, resultando en temperaturas más bajas en todo el mundo. A diferencia del dióxido de azufre, el polvo de diamante es químicamente inerte, lo que significa que no daña la capa de ozono ni causa lluvia ácida. Además, sus propiedades ópticas son ideales para esta tarea.

El obstáculo del coste. Sin embargo, aquí es donde las cosas se complican. Los científicos estiman que el costo de esta iniciativa podría superar los 200 billones de dólares hasta finales de siglo, lo que equivale a diez veces el Producto Interno Bruto (PIB) de grandes economías como Estados Unidos o China, lo que representa un desafío formidable para su implementación.

Es importante señalar que el estudio se basa en diamantes sintéticos, aunque también se consideran materiales más accesibles y económicos, como la calcita y la alúmina, que podrían ofrecer efectos similares a un menor costo.

Una estrategia de último recurso. Los investigadores ven su propuesta como un recurso de emergencia, equiparable a un martillo detrás de un cristal con la advertencia “romper en caso de emergencia”. Se plantean esta opción si los compromisos de cero emisiones netas, la expansión de las energías renovables y las tecnologías de captura de carbono no progresan a un ritmo suficiente para combatir el calentamiento global.

Aunque los modelos predicen resultados alentadores, inyectar grandes cantidades de polvo de diamante en la atmósfera podría acarrear consecuencias ambientales a largo plazo que no han sido del todo contempladas. No obstante, los autores del estudio insisten en la necesidad de realizar más investigaciones para evaluar la viabilidad y las implicaciones ecológicas de la geoingeniería en la lucha contra el cambio climático.

¿Cómo afectará esta audaz idea a nuestro futuro? La solución puede ser poco convencional, pero el tiempo apremia y el mundo necesita respuestas ya.