La numismática y el hallazgo excepcional

La numismática ha vuelto a dar de qué hablar con un hallazgo excepcional que ha capturado la atención tanto de coleccionistas como de inversores. Se trata de una moneda de 100 pesetas acuñada en 1870, un objeto considerado como una de las joyas más raras y valiosas de la historia de España. Solo se fabricaron 12 ejemplares de esta moneda y, mientras algunas están depositadas en instituciones como la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) y el Museo Arqueológico Nacional, otras permanecen en manos privadas, desatando una auténtica locura en el mercado de subastas.

¿Por qué esta moneda es tan valiosa?

La moneda de 100 pesetas trasciende su valor económico; simboliza un momento crucial en la historia de España. Fue acuñada durante el breve Gobierno Provisional tras la Revolución Gloriosa, que resultó en el derrocamiento de Isabel II. Este contexto histórico se refleja en el diseño de la moneda: en el anverso se representa una figura femenina que simboliza la soberanía nacional, mientras que en el reverso aparece el escudo monárquico de la época.

Con un diámetro de 36 milímetros y un peso de 32,25 gramos, esta pieza no solo representa un testimonio histórico, sino que también es un ícono de la maestría en artesanía y diseño numismático. A pesar de la escasez de ejemplares, el interés por estas monedas ha crecido imparablemente en los últimos años.

Ventas notables en el mercado de subastas

Una venta notable tuvo lugar en 2016 cuando la casa de subastas Hervera & Soler y Llach puso a la venta un ejemplar de esta moneda con un precio de salida de 130.000 euros. Aunque hay versiones contradictorias sobre si la moneda fue finalmente vendida por 150.000 euros o 90.000 euros en una subasta posterior, lo innegable es que la fiebre por estas raras piezas numismáticas ha crecido de manera exponencial, atrayendo cada vez más la atención de expertos y aficionados por igual.