¡La tensión aumenta! Rusia ha decidido tratar a todos los soldados ucranianos y extranjeros capturados en la región de Kursk como terroristas, según anunció el presidente ruso, Vladímir Putin, en una reunión con la alta dirección de la Fiscalía General.

Putin afirmó que, de acuerdo con la legislación rusa, todos los soldados ucranianos, especialmente aquellos identificados como mercenarios extranjeros y que hayan atacado a la población civil, serán considerados terroristas por ley. Esta sorprendente declaración significa que la situación se endurece drásticamente en el contexto del conflicto en curso.

Además, el presidente ruso subrayó la necesidad de registrar y perseguir las atrocidades cometidas durante este conflicto, indicando que «deben ser detectadas, registradas e investigadas a fondo». Esto sugiere que Rusia está intensificando su postura legal contra aquellos que considera culpables de crímenes de guerra.

Con miras a profundizar en esta investigación, Putin ordenó a los órganos judiciales examinar las acciones del Ejército ucraniano en territorio ruso desde el inicio de su incursión en agosto de 2024. Subrayó la importancia de identificar a estos “delincuentes y bandidos” que han llevado a cabo acciones criminales y abuso contra la población civil.

¡Y eso no es todo! Recientemente, la justicia rusa condenó a varios militares ucranianos a penas de cárcel entre 15 y 17 años por terrorismo y por obstaculizar la evacuación de civiles rusos. Este desarrollo podría enviar un mensaje claro a otros soldados que operan en el conflicto: la legislación rusa no escatimará esfuerzos para castigar lo que considera delitos.

En el ámbito militar, Putin mostró confianza en los avances de las tropas rusas en la región de Kursk, afirmando que han realizado operaciones rápidas, audaces y efectivas logrando derrotar a las fuerzas enemigas. Las últimas semanas han visto a las fuerzas rusas recuperar gran parte del territorio previamente ocupado por el Ejército ucraniano, incluida la reciente toma de la ciudad de Sudzha.

Finalmente, en una conversación mantenida este martes, Putin aseguró al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se garantizará un “trato digno” acorde a las leyes rusas y el derecho internacional para los prisioneros de guerra capturados en Kursk. Esta promesa plantea interrogantes sobre cómo se desarrollará la diplomacia internacional en medio de un conflicto que no muestra señales de cesar.