Sidney de Carvalho Mesquita, apodado Tio Chico, ha logrado algo digno de una película de ciencia ficción: estableció un nuevo récord mundial Guinness por la protrusión más lejana del globo ocular en un ser humano, alcanzando los impactantes 18,2 mm. Este asombroso talento ha transformado a este brasileño en una celebridad, capturando la atención global por su extraordinaria habilidad.

Todo comenzó cuando Sidney, a la tierna edad de 9 años, descubrió su peculiar don mientras hacía grimaces frente al espejo. Aunque al principio su familia se preocupó, temiendo que su habilidad podría ser causada por un problema de salud, pronto se dieron cuenta de que era simplemente un fenómeno único. La luxación voluntaria del globo ocular, un término médico para su habilidad, es tan rara que especialistas la consideran un talento extraordinario que pocos poseen.

Sidney describe la experiencia de sobresalir sus ojos como "dejar ir una parte de su cuerpo". Durante el proceso, pierde temporalmente la visión, pero ello no le causa dolor, solo una ligera sensación de ardor. Para protegerse, utiliza gotas lubricantes que le permiten continuar realizando su increíble truco.

Más allá de establecer un récord durante el mes pasado, este talento ha tenido un gran impacto en la vida de Tio Chico. Trabaja de manera activa en el sector de ventas de la industria electrónica, pero también se destaca como baterista y DJ. Uno de sus pasatiempos favoritos es actuar en eventos en vivo, donde no solo muestra su talento ocular, sino que también entretiene a su audiencia como músico.

Además, ha emprendido su propio negocio, conocido como Tico Chico’s Burger, donde comparte su pasión por la gastronomía. Este emprendedor no solo ha perfeccionado su habilidad en múltiples escenarios, sino que cuenta con el respaldo incondicional de su esposa Egly, quien al principio no conocía su peculiar talento, pero ahora es su mayor admiradora, disfrutando de cada presentación.

Sin embargo, a pesar de la fama que ha alcanzado, todavía enfrenta el desafío de la reacción del público. Mientras que los niños y jóvenes quedan maravillados por su destreza, las personas mayores suelen reaccionar con temor al verlo realizar su truco. Aun así, el apoyo de su familia y amigos es fundamental, quienes consideran su talento como una sorprendente manifestación de la rareza humana.

Alcanzar este récord mundial ha representado para Sidney "un sueño hecho realidad", abriéndole numerosas oportunidades tanto en su vida personal como profesional. Como él mismo mencionó, lograr este hito fue una experiencia "fuera de este mundo". Sin duda, Tio Chico es una prueba de que a veces la rareza puede ser el camino hacia el éxito y el reconocimiento global.