Después de semanas de exhaustivas evaluaciones en el Ministerio de Justicia, la solicitud de indulto para Katty Hurtado, condenada a 20 años por parricidio, finalmente llegó a la oficina del Presidente Gabriel Boric. La decisión se tomó después de un análisis profundo de los antecedentes del caso, bajo la presión de movimientos feministas y parlamentarios que argumentan la falta de perspectiva de género en su condena.

En 2018, Katty Hurtado fue condenada por la muerte de su exesposo, Richard Aravena, un hecho que ocurrió mientras ella se defendía de una agresión física en su hogar. La diputada Lorena Fries (FA) ha sido una de las voces más activas en apoyar la causa de Hurtado, pidiendo que el indulto se concediera antes de las festividades de fin de año. Mencionó que sería vital que Katty pudiera reunirse con su hijo y su familia durante este tiempo festivo.

El indulto fue finalmente confirmado por la Presidencia, donde se anunció que los ministros Jaime Gajardo y Antonia Orellana serían los encargados de hacer pública esta decisión. En su comunicado, Boric señaló que después de revisar todos los antecedentes, incluyendo los informes de maltrato que sufrió Hurtado en prisión y el tiempo que ha pasado tras las rejas, decidía ejercer su facultad constitucional para otorgar el indulto.

Hurtado ha enfrentado años de violencia, siendo víctima de agresiones en prisión, incluyendo violaciones de derechos humanos mientras cumplía su condena. Su defensa sostiene que su acto de defenderse fue no solo una cuestión de vida o muerte, sino el resultado directo de un historial de violencia y abuso que había sufrido durante años. "Katty representa la lucha constante contra la violencia hacia las mujeres", afirmó su abogada, Silvana Del Valle.

Este caso ha recalado en la opinión pública, activando a numerosas organizaciones feministas que abogan por el reconocimiento de la perspectiva de género en la justicia. Las manifestaciones de apoyo a Hurtado no son nuevas; en enero, 33 parlamentarias firmaron una carta pidiendo su excarcelación, mientras que otros casos similares con indultos han generado un debate más amplio sobre la justicia y los derechos de las mujeres en Chile.

La historia de Katty Hurtado no es solo un relato sobre un indulto; forma parte de la lucha de miles de mujeres que enfrentan situaciones similares. ¿Se convertirá este caso en un precedente para futuras políticas de indulto y derechos de las mujeres en la legislación chilena? Con una sociedad dividida en opiniones y un gobierno que todavía enfrenta repercusiones por decisiones pasadas, el futuro es incierto pero cargado de promesas de cambio en la justicia y la igualdad de género en Chile.