Una historia que parece sacada de una película de Hollywood es la que vive Katelyn Yates, una joven de 20 años de Illinois, Estados Unidos. Lo que comenzó como una visita al hospital para tratar un dolor de garganta terminó convirtiéndose en una explosión de emociones cuando se enteró de que estaba esperando cuatrillizos.

La asistente de enfermería pensó que su médico le estaba haciendo una broma cuando le informaron que estaba embarazada de cuatro bebés. "No podía creerlo, pensé que era una broma del Día de los Inocentes", confiesa Katelyn, aún aturdida por la noticia.

"Estaba en completo shock"

El día que Katelyn visitó el hospital se le realizó una radiografía, pero antes, decidieron hacerle una prueba de embarazo como medida preventiva, teniendo en cuenta que los fetos son más sensibles a la radiación. Cuando el resultado dio positivo y además mostró altos niveles de GCH, la hormona producida por la placenta durante el embarazo, los médicos la prepararon para un tratamiento especial. "Estaba en completo shock", relata Katelyn a TODAY.

Katelyn y su novio, Julian Bueker, de 21 años, llevaban apenas seis meses juntos cuando recibieron esta sorprendente noticia. Para Julian, la noticia fue una mezcla de sorpresa y emoción, mientras que Katelyn encontró consuelo en el apoyo incondicional de su pareja.

El complicado camino hacia la maternidad

El embarazo de cuatrillizos no fue un camino fácil. A Katelyn le diagnosticaron preeclampsia, una complicación grave que afecta la presión arterial durante el embarazo. Para empeorar la situación, durante su tercer trimestre, su hígado y riñones comenzaron a fallar. "No podía respirar por mí misma", contó angustiada en una entrevista.

El 17 de octubre, con apenas 28 semanas de gestación, los médicos decidieron realizarle una cesárea de emergencia. Así dieron la bienvenida a cuatro pequeños milagros: Elizabeth Taylor, Zya Grace, Max Ashton y Elliot Ryker, siendo los dos últimos gemelos idénticos.

Aunque los bebés nacieron con bajo peso, incluyendo a Elizabeth que pesó menos de un kilo, la madre se mostró optimista: "Están fenomenales. Han comenzado a ganar peso y crecer adecuadamente", comentó con una sonrisa. Katelyn reflexionó sobre su viaje: "Me sorprende lo bien que están. Hace solo unas semanas, eran tan pequeños como mi mano".

Esta increíble historia no solo destaca la resiliencia y amor de una joven madre, sino que también resalta la importancia de la atención médica adecuada durante el embarazo. ¡Esperamos seguir conociendo más sobre su emocionante viaje como madre de cuatrillizos!