El presidente de Francia, Emmanuel Macron, está de visita en Chile hasta el jueves, y su agenda está repleta de encuentros cruciales. Durante su estadía, tuvo una reunión inesperada con el arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, que sin duda dejó huella.

En una tarde emblemática, Macron fue recibido en el Arzobispado de Santiago, donde Chomalí lo guió a través de la impresionante sede eclesiástica y la majestuosa Catedral de Santiago. El arzobispo enfatizó la conexión cultural al mencionar que muchos de los hermosos vitrales de la catedral fueron elaborados en Francia, resaltando el lazo entre ambas naciones.

Uno de los temas que más sorprendió a Macron fue el papel de la educación en la sociedad chilena. Ambos líderes concordaron en la importancia de transformar un sistema educativo centrado en la competencia hacia uno que priorice el ser humano. Chomalí afirmó: “Esta transformación es clave para volver a construir una sociedad más humana y solidaria.”

Sin embargo, no solo la educación fue parte de la conversación. Macron mostró un interés particular por la labor de la Vicaría de la Solidaridad, un pilar fundamental en la historia de la Iglesia en Chile. Chomalí compartió: “Le expliqué cómo la Iglesia ha estado presente en momentos de gran sufrimiento, ofreciendo ayuda desinteresadamente, sin importar la filiación política o religiosa.”

Un enfoque en la economía y la creación de empleo iluminó otro aspecto crucial del diálogo. El arzobispo expuso ante Macron la urgencia de generar trabajos dignos, señalando que “una familia sin trabajo está en peligro, y el futuro de la humanidad se forja en la familia.” Este llamado a la acción refuerza la necesidad de colaboración entre gobiernos y organizaciones para mejorar las condiciones de vida.

Además, ambos líderes discutieron la rica colaboración histórica entre las iglesias de Francia y Chile, recordando la valiosa contribución de misioneros y religiosas francesas en comunidades vulnerables del país. Chomalí destacó que Macron valoró este legado y recordó su propia formación en un colegio católico con los jesuitas, un hecho que unió aún más a ambos durante la conversación.

El arzobispo también hizo hincapié en el servicio integral que la Iglesia Católica proporciona en diversos ámbitos sociales, incluyendo la educación y el trabajo pastoral. “Le hice ver a Macron que la Iglesia está proporcionando un gran servicio y contribuyendo al bienestar de la sociedad chilena,” remarcó.

Este encuentro fue catalogado como “extremadamente amable y claro,” abriendo la puerta a futuras colaboraciones entre Francia y Chile. Con el firme deseo de fortalecer los lazos históricos en beneficio de ambas naciones, el diálogo entre Macron y Chomalí se revela como un paso significativo hacia un futuro más colaborativo y humano.