Luego de celebrar la obtención de la Copa Chile, Universidad de Chile se enfrenta a una importante reestructuración de su plantel para la temporada 2025. Una de las primeras decisiones fue la renovación del contrato de su capitán, Marcelo Díaz, quien afirmó: “Me dijeron que sigo”.

Sin embargo, la situación es crítica, ya que ocho jugadores finalizarán su contrato este diciembre, y cinco de ellos están bajo la lupa debido a su rendimiento poco satisfactorio. Entre los más afectados se destaca a Cristian Palacios, cuyo bajo desempeño lo ha mantenido alejado de la titularidad desde agosto, perdiendo el puesto frente a Nicolás Guerra. Esto plantea un futuro incierto para el delantero, especialmente con la posible llegada de un nuevo atacante en la próxima temporada.

Los jóvenes futbolistas también están en la cuerda floja. Pedro Garrido (portero), José Ignacio Castro (defensa) y Cristóbal Muñoz (delantero), todos formados en el Centro Deportivo Azul, deberán esperar la evaluación del técnico Gustavo Álvarez para saber si continuarán. La evaluación comenzó este jueves en La Cisterna y se extenderá por varios días.

En medio de la incertidumbre, Juan Pablo Gómez y Marcelo Morales también enfrentan el cierre de su vínculo con la Universidad de Chile. Mientras Gómez ha sido tentado por Deportes Iquique y Unión Española, Morales ha manifestado su deseo de quedarse, pero su futuro parece conducirlo al extranjero, en particular a la MLS.

Por otro lado, Ignacio Tapia se encuentra en una situación similar; aunque tiene contrato hasta diciembre de 2025, ha perdido la confianza del cuerpo técnico y podría ser enviado a préstamo. A la espera de una oportunidad, el jugador expresa su deseo de continuar, pero también de tener más minutos en el campo.

Emmanuel Ojeda y Federico Mateos finalizarán su ciclo en junio y diciembre de 2025, respectivamente, y ambos están a la búsqueda de nuevas oportunidades, ya que su desempeño no ha sido el esperado en el plantel.

Finalmente, Luciano Pons y Nicolás Guerra, quienes cuentan con contrato hasta fin de 2025, también están en la lista de jugadores no deseados por la dirigencia. Guerra es consciente de su situación y ha mencionado: “A veces las cosas se dan y otras no. Veremos cómo sigue todo y estaremos abiertos a conversar sobre mi futuro.”

Con un futuro lleno de cambios, la U se embarca en un camino desafiante para intentar recuperar su estatus en el fútbol chileno y marcar la pauta en las competiciones internacionales. ¡Estaremos atentos a lo que suceda en el mercado de fichajes!