La frágil tregua de 60 días entre Israel y Hezbolá comenzó este miércoles a las 04:00 hora local (23:00 del martes, hora de Chile), mientras el Ejército israelí advierte sobre la permanencia de sus tropas en el sur de Líbano, y el Ejército libanés insta a los ciudadanos a esperar antes de regresar a sus pueblos.

Este alto el fuego llega tras más de un año de un conflicto que ha escalado dramáticamente en los últimos dos meses, marcado por una serie de bombardeos devastadores por parte de Israel que afectaron todo el país, incluyendo el centro de Beirut, así como incursiones terrestres.

La tregua fue anunciada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien la calificó como "un cese permanente de hostilidades". Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confirmó que la propuesta había sido aprobada por el gabinete de seguridad, enfatizando que Israel se reserva el derecho a actuar si Hezbolá infringe el acuerdo, con el respaldo de garantías de Estados Unidos.

A pesar de la tregua, hubo bombardeos justo antes de su entrada en vigor. Las Fuerzas de Defensa de Israel ordenaron la evacuación de dos edificios en el sur de Beirut, mientras que Hezbolá reportó un ataque con drones a la casa del jefe de la Fuerza Aérea israelí, el general Tomar Bar, en Tel Aviv. Poco antes de la tregua, Israel bombardeó un edificio en Ghobeiry, a cinco kilómetros al sur de Beirut.

Apenas diez minutos después de que comenzara el alto el fuego, el portavoz en árabe de las Fuerzas de Defensa de Israel, Avichay Adraee, advirtió que sus tropas permanecerían en el sur de Líbano, instando a la población a no acercarse a las aldeas evacuadas por seguridad. El Ejército libanés también pidió a los ciudadanos que esperaran la retirada israelí antes de regresar, resaltando la necesidad de seguir las directrices de las fuerzas desplegadas en el área.

El anuncio de la tregua ha generado reacciones mixtas en Líbano, donde algunas personas celebraron su inicio, mientras que se reportaron caravanas de autos regresando a áreas previamente evacuadas debido a los bombardeos.

Sin embargo, a pesar del alto el fuego en Líbano, Israel continuó sus ataques en Gaza, bombardeando dos escuelas que albergaban desplazados y causando la muerte de al menos 23 personas según fuentes palestinas. Además, Siria acusó a Israel de atacar un cruce fronterizo entre Siria y Líbano, lo que resultó en seis muertes, incluyendo a dos militares.

El plan de tregua desarrollado consta de tres etapas: una tregua inicial, el repliegue de las fuerzas de Hezbolá al norte del río Litani y la retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano en un plazo de 60 días. Finalmente, se llevarán a cabo negociaciones para delimitar la frontera entre ambas naciones, como se estableció tras la guerra de 2006.

Desde el estallido de las hostilidades el 8 de octubre de 2023, tras el ataque de Hamas a Israel, más de 3,800 personas han perdido la vida en conflictos en Líbano, incluyendo aproximadamente 3,100 muertes que han ocurrido desde el inicio de la ofensiva de bombardeos de Israel el 23 de septiembre. El conflicto ha causado que más de 1.2 millones de personas abandonen sus hogares, con más de la mitad cruzando a Siria.

En unos esfuerzos adicionales, Estados Unidos, junto a Turquía, Egipto y Catar, buscará cerrar un acuerdo entre Israel y Hamas para poner fin a la ofensiva en Gaza y negociar la liberación de rehenes secuestrados.