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"Invernaderos temporales": puntos de calor extremo están arrasando nuestro planeta

2024-12-05

Autor: Pedro

En un mundo donde las temperaturas globales siguen en ascenso imparable, un nuevo fenómeno desconcertante está surgiendo: regiones específicas del planeta están experimentando olas de calor extremo que desafían toda lógica científica.

Investigadores de EE.UU. y Austria han presentado un innovador estudio en la revista *Proceedings of the National Academy of Sciences*, donde se revela un mapa global que identifica zonas con “puntos calientes” en todos los continentes, excepto la Antártida.

Lo más alarmante es que en estas regiones se han registrado temperaturas que superan increíblemente las predicciones hechas por los modelos de calentamiento global, lo que está causando estragos en la salud humana, la agricultura y el medio ambiente. Según la Columbia Climate School, lo que estamos viendo son “invernaderos temporales”, áreas donde los extremos de calor han sobrepasado lo que se esperaba.

El estudio lanza un llamado a la reflexión sobre nuestra capacidad para prever y prepararnos ante estos riesgos climáticos. Kai Kornhuber, el autor principal, advierte que estos fenómenos pueden ser el resultado de interacciones físicas que todavía no entendemos completamente.

Ejemplos extremos de este fenómeno son evidentes, como la ola de calor que azotó el noroeste del Pacífico en junio de 2021, donde en la ciudad canadiense de Lytton se registró una temperatura récord de 49,6 grados Celsius, seguida devastadoramente por un incendio forestal que arrasó la ciudad al día siguiente.

Los datos del estudio, que abarcan los últimos 65 años, indican que estas anomalías térmicas están concentradas en diversas regiones del mundo, incluyendo China central, Japón, Corea, la península arábiga y el este de Australia. También se observan en partes de África, el norte de Groenlandia y el sur de Sudamérica, creando un mosaico global preocupante.

Particularmente en el noroeste de Europa, las temperaturas están aumentando a un ritmo alarmante, específicamente los días más calurosos del año, que se están elevando al doble de velocidad que las temperaturas estivales promedio. Esta situación ha contribuido a un incremento significativo en la mortalidad, como lo demuestran las aproximadamente 60,000 muertes en 2022.

Uno de los problemas más preocupantes es que muchos de estos lugares no están preparados para estas temperaturas extremas. La escasez de aire acondicionado y la falta de infraestructura adaptada al calor han incrementado los problemas de salud pública.

En un giro intrigante, mientras algunas regiones enfrentan estas olas de calor extremas, otras experimentan aumentos de temperatura mucho menores a lo que se esperaba. Esto ha llevado a los científicos a investigar las razones de estas disparidades. Algunos creen que el calentamiento rápido del Ártico está desestabilizando la corriente en chorro, que podría estar provocando fenómenos como las ondas de Rossby, que transportan aire caliente desde el sur hacia regiones templadas.

Sin embargo, no existe una explicación única que abarque todos los casos. Kornhuber advierte sobre la posibilidad de que el fenómeno que se observó en el noroeste del Pacífico en 2021 sea un “cisne negro”: un evento de difícil predicción. Otros investigadores sugieren que podría ser un “cisne gris”, indicando que la línea entre lo predecible y lo impredecible se vuelve borrosa en esta nueva era climática.

Con 2023 estableciéndose como el año más caluroso jamás registrado y 2024 programado para romper ese récord, estas anomalías térmicas representan desafíos críticos para la adaptación humana. Kornhuber enfatiza que estas olas de calor temibles están asociadas a graves problemas de salud y pueden devastar nuestra agricultura y vegetación.

A pesar de que EE. UU. ha tomado medidas para prepararse mejor que otras naciones, el calor extremo continúa cobrando vidas: en 2023, se registraron 2,325 muertes relacionadas con el calor, más del doble que en 1999. La urgencia ha llevado a algunos expertos a proponer que las olas de calor se nombren, al igual que los huracanes, para elevar la conciencia pública y forzar a los gobiernos a mejor preparación.

Como advierte Kornhuber, aunque los avances científicos son significativos, el cambio climático nos está lanzando sorpresas que podrían ser devastadoras. El futuro es incierto, pero reconocer y admitir el problema es el primer paso crítico hacia la solución.