Isabel Preysler y su innegable belleza

Isabel Preysler, a punto de cumplir 74 años, sigue deslumbrando al mundo con su innegable belleza y elegancia. La madre de Tamara Falcó es conocida no solo por su estilo impecable en la moda, sino también por su extraordinaria forma de cuidarse, lo que ha captado la atención de muchos. Ella ha compartido en numerosas ocasiones sus secretos de bienestar, los cuales incluyen una dieta rica en frutas y verduras. Su famoso zumo verde detox, que mezcla brócoli, manzana y espinacas, se ha convertido en un ritual diario que le ayuda a mantenerse saludable y radiante.

Hábitos alimenticios y suplementación

Además de sus hábitos alimenticios, Isabel también se enfoca en la suplementación. Toma varias vitaminas y semillas de lino para mejorar su salud intestinal, mostrando así una preparación integral hacia el bienestar. En su rutina de belleza, no deja ningún paso fuera: desde sérums hasta cremas hidratantes, y cuida meticulosamente su cuello y escote.

Intervenciones estéticas según Helena Sas

Sin embargo, no todo lo que ves es solo genética. Recientemente, Helena Sas, una reconocida experta en medicina estética, ha calificado las intervenciones que Isabel ha realizado en su rostro. Con más de 17 años de experiencia, Sas comentó que la socialitée ha optado por un conjunto de tratamientos que la ayudan a mantener un aspecto juvenil. "Lleva inductores de colágeno, que son fundamentales para la elasticidad y el volumen de la piel", explicó. También realiza micropigmentación en las cejas, utiliza ácido hialurónico para definir el óvalo facial y aplica botox junto con una menoplastia para esculpir el mentón.

Una perspectiva sobre la belleza natural

A pesar de todos estos procedimientos, Helena fue clara al expresar su preferencia por una belleza más natural. "Prefiero que se vea la edad; las arrugas son nuestras señales de vida", dijo, aludiendo a la importancia de aceptar el paso del tiempo. Helena le dio a Isabel un 8 por su cirugía estética, aunque admitió que personalmente no optaría por tantos arreglos, prefiriendo un enfoque más sutil.

Conclusión

En resumen, Isabel Preysler no solo es un ícono de la moda y el estilo, sino también un ejemplo de cómo una buena combinación de dieta, ejercicio, cuidado de la piel y tratamientos estéticos pueden dar lugar a una belleza duradera. Su compromiso con un estilo de vida equilibrado y su apertura hacia ciertos tratamientos la convierten en un modelo a seguir para quienes desean cuidarse sin perder su autenticidad.