Este lunes a primera hora, ocho altos directivos de LarrainVial (LV) -Manuel Bulnes, Felipe Porzio, Andrea Larraín, Claudio Yañez, Sebastián Cereceda, Andrés Bulnes, José Correa y Jaime Oliveira- se presentarán en la sala 103 del Centro de Justicia. Allí enfrentarán días de formalización tras ser imputados por delitos relacionados con la creación del Fondo Capital Estructurado I, destinado a saldar las deudas de Antonio Jalaff a través de una participación indirecta en Grupo Patio.

La formalización también incluye a Álvaro Jalaff y otros asesores involucrados en la operación, que terminó mal y forma parte de un complejo entramado financiero que incluye la caída de STF Capital, Factop y el Caso Audio.

Este escándalo ha sacudido a LarrainVial, con cambios drásticos en su directiva, incluido José Miguel Barros, quien asumió la presidencia el 18 de diciembre. Barros, al frente de esta crisis, ha tenido que lidiar con innumerables reuniones del directorio y consultas legales. “He tenido un trabajo casi de jornada completa. A pesar de la tensión, ha sido un agrado volver con viejos amigos”, comentó.

Respecto a las expectativas frente a la formalización, Barros señaló: “Confiamos en la justicia chilena. Aunque habrá revuelo, esperamos que se puedan calibrar los argumentos de manera justa. Estamos plenamente convencidos de la inocencia de todos involucrados.”

Sin embargo, se mostró consciente de la presión mediática que podría influir en el proceso: “Es difícil que los fiscales no se dejen llevar por el ruido del entorno. Solo esperamos que logren separar los hechos con objetividad.”

Al ser cuestionado sobre una visión crítica hacia la fiscalía, Barros afirmó que los fiscales podrían haber actuado de manera equivocada al incluir a LV en la investigación, insinuando un mal uso de su nombre.

Durante la conversación, también se abordó la relación de LV con los Jalaff. Barros explicó que los directores de LV desarrollaron amistades profesionales con ellos por una prolongada colaboración, pero aseguró que eso no implica que se cometieran actos ilícitos: “Es natural desarrollar una relación de amistad, pero eso no lleva a cometer actos deshonestos. Es un error grave pensar que la amistad puede jugar un papel en decisiones ilegales.”

Reconoció errores de juicio en la gestión, admitiendo que quizás debieron haber sido "más malpensados" y anticiparse a tácticas engañosas. “No imaginamos que había personas tan malintencionadas”, confesó.

En cuanto a las repercusiones personales, Barros dijo sentirse decepcionado por la situación de Álvaro Jalaff, a quien consideró un profesional competente hasta hace poco, sin indicios de actividades delictivas. “Me duele ver lo que ha sucedido, él me defraudó”, externó.

Barros, en su defensa, afirmó que LarrainVial se ha comportado de manera íntegra y que todos los involucrados han actuado de buena fe, a diferencia de otras entidades que mostraron comportamientos cuestionables. Su convicción es que Antonio Jalaff es el principal responsable de esta debacle financiera, y que tanto LV como sus profesionales actuaron con transparencia y corrección.

Finalmente, respecto a la posible toma de acciones legales contra la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), Barros indicó que tienen argumentos sólidos para demostrar la falacia de las acusaciones e insinuó que la CMF debería haber alertado antes sobre las irregularidades que se venían gestando en STF.

Este caso sigue en evolución y podría tener repercusiones significativas en el sector financiero chileno, cuestionando la ética y responsabilidad de las instituciones involucradas.