Este martes se reveló una situación alarmante para la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, quien enfrenta una demanda por parte del Estado debido al impago de su deuda educacional relacionada con su formación en Derecho, la cual fue financiada a través del Crédito con Aval del Estado (CAE).

Una Deuda que No Deja de Crecer

Ripamonti, quien se graduó como Licenciada en Ciencias Jurídicas, ha acumulado una deuda significativa con el Banco Itaú. En 2020, la cifra ascendía a $11.814.483, pero esta cantidad ha ido en aumento a lo largo de los años: en 2022 alcanzó los $13.424.108, y en 2023 ya sumaba $14.232.320. La última declaración de la alcaldesa, presentada el 23 de julio de 2024, justo antes de dejar su cargo para buscar una reelección, reflejó un incremento de la deuda a $14.939.080.

Lo más impactante es que, en su más reciente informe, la deuda dejó de ser con un banco y pasó a ser con la Tesorería General de la República, luego de que el Estado realizara el pago al banco.

La Demanda Contra la Alcaldesa

El 6 de julio de 2023, tanto el Banco Itaú como la Tesorería General de la República interpusieron una demanda de cobro de pagaré en el 22.º Juzgado Civil de Santiago, haciendo referencia a dos pagarés que vencían el 12 de junio de 2023 por un total de aproximadamente $14.768.690.

Lamentablemente, la situación se complicó aún más para Ripamonti, ya que la demanda fue archivada el 29 de febrero de 2024 debido a la falta de acción por parte del Estado.

¿Qué Significa Esto para el Futuro de Ripamonti?

Este panorama plantea serios interrogantes sobre la continuidad de su carrera política, ya que ella se encuentra en medio de una nueva postulación. A medida que se acercan las elecciones del 26 y 27 de octubre, los votantes estarán observando cómo esta controversia afecta su imagen. Los adversarios políticos ya han comenzado a utilizar esta situación como un punto en contra, lo que podría impactar su posibilidad de reelección.

Además, el contexto económico del país y la creciente preocupación sobre el manejo de las deudas estudiantiles pueden hacer que más ciudadanos se cuestionen la idoneidad de Ripamonti para liderar nuevamente Viña del Mar. La presión pública podría aumentar al punto de exigir respuestas claras sobre su situación financiera y su plan para saldar esta deuda.