El dilema de la "tabla de Carnéades" ha sido evocado por el abogado de la jueza Ángela Vivanco, Juan Carlos Manríquez, para ilustrar la complejidad de la situación jurídica que enfrenta tanto a ella como al ministro de la Corte Suprema, Sergio Muñoz. Este dilema, que describe la lucha por la supervivencia entre dos náufragos aferrados a un trozo de madera, parece reflejar la dolorosa defensa de Muñoz, quien está en la mira de los parlamentarios de oposición y del oficialismo.

La espinosa sesión de la Cámara, convocada por la presidenta Karol Cariola (PC) tuvo lugar el martes y se centró en una acusación constitucional doble presentada por diputados de Chile Vamos. Mientras Vivanco es cuestionada por su relación con el abogado penalista Luis Hermosilla, a Muñoz se le reprocha haber proporcionado información privilegiada a su hija relacionada con la compra de departamentos.

En este contexto, se desató una intensa controversia. La oposición clamó por la separación de las acusaciones, argumentando que se trataban de hechos distintos y que fusionar ambas acusaciones era una maniobra retorcida que pretendía obligar al oficialismo a destituir a Muñoz junto a la jueza implicada, socavando así las garantías de un juicio justo.

Importantes figuras políticas, como el diputado Luis Cuello (PC) y la jefa de la bancada del Frente Amplio, Lorena Fries, advertieron que una fusión de las acusaciones sería una violación grave a los derechos humanos. Sin embargo, la presidenta Cariola se negó a dividir el libelo, argumentando que el debido proceso debía ser respetado y que cualquier vicio legal debería discutirse en la votación de la “cuestión previa”.

Este entramado ha causado complicaciones para los parlamentarios del Gobierno, especialmente porque Muñoz ha sido históricamente un jurista destacado, reconocido por su papel en casos de derechos humanos durante la dictadura. Su relación con la Concertación y la izquierda ha sido comúnmente valorada, complicando aún más su defensa en este escándalo.

A medida que el debate aumentaba, Cariola tuvo que solicitar que la discusión se mantuviera dentro de límites razonables, defendiendo la decisión de seguir las recomendaciones de la secretaría técnica. "Hemos tomado decisiones en el pasado que han demostrado ser efectivas para garantizar procesos justos", mencionó, anunciando también que se había solicitado un informe legal para sustentar la determinación.

No obstante, la creciente presión llevó a una reunión cerrada entre los jefes de bancada, lo que provocó una prolongación de la sesión, interrumpiendo las exposiciones de los abogados defensores. Al final, la votación de la “cuestión previa” resultó en una clara mayoría de 91 votos a favor de no dividir la acusación, frente a 52 que apoyaron la separación.

La situación de Muñoz sigue generando tensión en el panorama político de Chile, y muchos se preguntan: ¿Puede realmente salvarse de esta tormenta legal? Con alianzas estratégicas y disputas éticas en juego, el desenlace de esta saga judicial no ha hecho más que comenzar. Mantente al tanto de esta historia impactante que está sacudiendo las estructuras del poder en Chile.