El pitazo final en el estadio Julio César Villagra de Córdoba dejó a Boca Juniors en la cuerda floja. Belgrano, con un Matías Marín en el banquillo, se impuso 2-0, empeorando la situación del xeneize, que ya venía arrastrando una complicada crisis. Apenas unos minutos después, se confirmó lo que muchos sospechaban: la renuncia del técnico Diego Martínez.

- 'No haré el tradicional intercambio. Vengo a informarles que presenté la renuncia...' - fueron las contundentes palabras del entrenador, quien no ocultó su agradecimiento hacia la institución y el presidente. Sin embargo, dejó claro que lo mejor para el equipo era su salida para intentar motivar a los jugadores y cambiar la dinámica negativa.

La derrota frente a Belgrano fue solo la gota que colmó el vaso. Un pobre desempeño en la liga, junto a la eliminación de la Copa Sudamericana contra Cruzeiro y la humillante caída ante River Plate, han ido acumulando presión sobre Martínez, quien decidió dar un paso al costado.

Su récord en 45 partidos fue de 20 triunfos, 15 empates y 10 derrotas, lo que se traduce en un 55.5% de efectividad, un porcentaje bajo para un club de la magnitud de Boca. Su salida preocupa a su círculo cercano, pero el Consejo anunció rápidamente que Mariano Herrón será su reemplazo momentáneo, un conocido de Riquelme que asume por tercera vez este rol tras las salidas de otros entrenadores.

La crisis de Boca no solo es culpa del cuerpo técnico. La gestión de Riquelme como dirigente ha sido cuestionada, ya que en menos de cuatro años ha visto pasar a seis entrenadores. Con una hinchada tan exigente, la paciencia parece haberse agotado. Edinson Cavani, Marcos Rojo y Sergio Romero, figuras emblemáticas, también son señalados como parte del problema.

Uno de los jugadores que ha estado en el ojo del huracán es Gary Medel. Su llegada fue celebrada, pero su desempeño ha decepcionado. Actualmente, el chileno se encuentra recuperándose de una lesión muscular en el muslo izquierdo que lo ha mantenido fuera de acción, sumando solo 520 minutos en siete partidos de la Liga Profesional.

El fichaje de Medel, impulsado personalmente por Riquelme, se volvió una carga. Su relación cercana con el ídolo del club no ha sido suficiente para evitar críticas hacia su rendimiento. La afición esperaba más de un jugador con su trayectoria, especialmente tras su regreso de Vasco da Gama, donde se había convertido en una figura clave.

La situación en Boca es tensa. Con un calendario repleto de partidos, cada juego será crucial para que la gloria del club resurja o se hunda aún más. ¿Logrará Medel demostrar su valía y ayudar a revertir la crisis, o será otro nombre más en la lista de fracasos que lamentar? La continuidad de Riquelme y la suerte de varios jugadores, incluido Medel, están en juego.