¿Cuántas veces hemos escuchado términos como 'los médicos' y 'las enfermeras' sin reconocer quiénes realmente llevan el peso de estas profesiones? A pesar de que el 70% de los profesionales del sector salud en España son mujeres, solo un 28% logra ocupar cargos de liderazgo, según el estudio 'WOMEDS' de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme).

La brecha entre la representación de mujeres y hombres en la medicina se hace aún más evidente en especialidades que requieren mayor prestigio y caché. Por ejemplo, la mayoría de las especialidades quirúrgicas siguen siendo dominadas por hombres, a pesar de que más del 70% de los graduados en medicina son mujeres. Este fenómeno pone de manifiesto una serie de barreras estructurales que las mujeres enfrentan, dificultando su camino hacia la igualdad en el ámbito sanitario.

Un estudio de SESPAS destaca que aunque las mujeres son mayoría en la formación médica, su participación en juntas y comités está muy por debajo de la paridad, evidenciando un estancamiento en sus carreras en comparación con sus colegas masculinos. Por ejemplo, solo el 15% de los presidentes de colegios profesionales son mujeres y la situación es especialmente alarmante en los puestos de gestión sanitaria, donde ocupan apenas un 33%.

A nivel docente, aunque las mujeres representan el 72% del alumnado en facultades de Medicina, solo cuatro de las 27 facultades tienen a mujeres al mando como decanas. En 2023, había 975,243 profesionales sanitarios en España, con 673,234 mujeres frente a 302,009 hombres.

La situación es más desalentadora cuando hablamos de jerarquías y responsabilidades. Elena Marbán Castro, vicepresidenta de Women in Global Health Spain, enfatiza que, a pesar de ser el 70% de la fuerza laboral del sector, las mujeres solo ocupan el 20% de altos cargos. Pero, ¿por qué es tan complicado para las mujeres escalar en el sector médico?

Según un estudio realizado en conjunto con la OMS, varios factores externos influyen en esta desigualdad. Uno de ellos es que muchas profesiones predominantemente femeninas son menos valoradas socialmente en términos de estatus y salario. Además, las responsabilidades familiares, que recae en su mayoría sobre las mujeres, las obliga a trabajar a tiempo parcial, comprometiendo su carrera profesional.

Los estereotipos de género y los sesgos también juegan un papel crucial; se espera que las mujeres se adapten a roles sumisos, lo que a menudo se traduce en menos oportunidades laborales. Más alarmante es el tema del acoso sexual en el ámbito laboral, que no solo afecta la salud mental de las mujeres, sino que también limita su progreso profesional. Las estadísticas han mostrado un aumento en el acoso en los últimos años, especialmente hacia enfermeras y trabajadoras en prácticas.

Sin embargo, a pesar de estos retos, la marea está cambiando. En los últimos años, se han impulsado políticas que apoyan la igualdad de género en el entorno laboral. Elena Marbán destaca que ha habido un avance en la implementación de medidas que fomentan la equidad en el trabajo. Activistas y organizaciones están trabajando incansablemente para que la equidad de género sea una prioridad en el sistema de salud.

Para lograr un cambio significativo, se requiere un enfoque estratégico que promueva políticas de equidad, revisión de prácticas de contratación y establecimiento de cuotas en puestos de liderazgo. Tanto mujeres como hombres deben ser educados en estos temas para crear un entorno laboral más justo.

¡Es hora de desafiar los estereotipos y construir una medicina más equitativa en España! La lucha por la igualdad no solo mejora la vida de las profesionales en la salud, sino que también impacta positivamente en la calidad de la atención que recibimos todos.