Una inusitada controversia se desató en torno a una pregunta de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) de Matemáticas, que tuvo lugar el pasado 4 de diciembre. La pregunta número 61 ha sido calificada por expertos como "mala" y "enredada", generando un intenso debate en la comunidad académica.

La pregunta en cuestión presentaba un perfil rectangular con medidas de 6 metros de largo y un grosor de 4,8 milímetros. El desafío planteaba: "¿Por cuál de los siguientes números hay que multiplicar el largo del perfil, en mm, para obtener la cantidad de aluminio necesaria para confeccionar uno de estos perfiles, en mm cúbicos?". Según Mario Ponce, presidente de la Sociedad de Matemática de Chile, la formulación de la pregunta es confusa y no se alinea adecuadamente con el objetivo de la PAES, que busca medir la capacidad de modelamiento de los estudiantes.

"Es un cálculo simple, pero lo presentaron de una manera que puede llevar a confusiones. En general, la PAES está bien, pero esta pregunta es particularmente problemática", argumentó Ponce. La académica Daniela Araya, directora de la carrera de Pedagogía en Matemática y Estadística de la Universidad Central, opinó en la misma línea, manifestando que la redacción estaba "enredada" y complicaba la comprensión del problema.

Este tipo de controversia no es nueva en el contexto de la PAES, que ha enfrentado críticas en el pasado por aspectos similares. A medida que se acerca la fecha de los resultados de la PAES 2024, que se publicarán en enero próximo, la atención sobre la calidad de las preguntas sigue siendo un tema candente entre estudiantes y académicos.

Pero, ¿cuál es realmente la solución a esta pregunta? Edmundo Concha, jefe del departamento de Matemáticas del preuniversitario Pedro de Valdivia, explicó que para resolverla se debe calcular el volumen total del perfil. Al contar ya con la medida del largo, es fundamental calcular el área para determinar correctamente la cantidad de aluminio necesaria.

Sin duda, esta situación pone de manifiesto la imperiosa necesidad de revisar y mejorar la calidad tanto de las preguntas como del proceso de evaluación en el sistema educativo chileno. La comunidad educativa debe unirse para garantizar que futuras generaciones de estudiantes se enfrenten a interrogantes que desafíen su creatividad y pensamiento crítico, más que generen confusión.