En los últimos años, la búsqueda de la belleza ha evolucionado más allá de mejorar el aspecto físico; ahora también busca el bienestar integral. Este cambio ha llevado a tratamientos como LPG a convertirse en estrellas del ámbito estético, reconocidos por ser opciones no invasivas muy buscadas tanto en el cuidado corporal como en el facial.

LPG no solo se enfoca en la estética superficial. Según Lionel Galipienzo, director general de LPG España, el tratamiento nace de la necesidad de desarrollar terapias efectivas para cicatrices, fibrosis y quemaduras. Lo interesante es que al enfocarse en mejorar la salud, se obtienen resultados estéticos significativos. "Mejorar la salud impacta positivamente en la estética", afirma Galipienzo.

¿Cómo funciona realmente LPG? La técnica utiliza una mecanización controlada del tejido para estimular respuestas a nivel celular en el rostro y el cuerpo. En el caso facial, se activan los fibroblastos, que son cruciales para la producción de colágeno y elastina. Este fenómeno es único porque no se genera colágeno cicatricial sino de alta calidad, evitando cualquier tipo de agresión al tejido. Además, se incrementa la producción de ácido hialurónico, que es fundamental para la hidratación y nutrición de la piel: "Estamos preparando el terreno para otros tratamientos, lo que asegura que cualquier cosa que se aplique posteriormente será más eficaz", agrega Galipienzo.

A nivel corporal, LPG se erige como un aliado poderoso contra la celulitis y en la remodelación del cuerpo. Su potente drenaje mejora la circulación, ayudando a aliviar esa sensación de piernas pesadas. Los pacientes no solo ven y sienten los resultados, sino que los estudios indican que muchos experimentan una notable mejora en su bienestar mental.

Los últimos protocolos de LPG abarcan la vitalidad, el estrés y el sueño. Investigaciones han demostrado una clara adicción positiva a esta terapia, sobre todo debido a su impacto en el estrés y la ansiedad. Reducir estos niveles es crítico, ya que el estrés afecta directament la calidad del sueño: se ha notado una disminución de hasta el 48% en los niveles de cortisol tras diez sesiones, y un 19% en la primera.

Un aspecto fascinante es que al mejorar la calidad del sueño, se incrementa la producción de linfocitos T, lo que revierte positivamente en el sistema inmune y aumenta la concentración. La salud mental y física están más conectadas que nunca: de hecho, se estima que una mala calidad de sueño puede hacer que una persona gane hasta 12 kilos al año.

Si te preguntas cuántas sesiones se requieren para obtener resultados óptimos, la respuesta varía: entre 10 y 15 sesiones suelen ser las estándar, comenzando con dos por semana. Cada sesión dura entre 35 y 40 minutos y, una vez completadas, se recomienda mantener el tratamiento con sesiones cada tres meses. Esta personalización del tratamiento se ajusta a las necesidades individuales de cada paciente.

Así que no solo pienses en LPG como un tratamiento estético: es un verdadero catalizador para una vida más saludable, radiante y libre de estrés. ¿Estás listo para transformar tu piel y bienestar?

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