Entrevista a Leticia Muñoz Hernando, ginecóloga del Hospital 12 de Outubro de Madrid y violonchelista de la Orquesta Médica Ibérica.

Leticia Muñoz Hernando es una destacada ginecóloga cordobesa que ha logrado compaginar su amor por la medicina y la música. Desde pequeña, sus padres la motivaron a estudiar en el conservatorio, donde comenzó su viaje musical que la llevaría a convertirse en una virtuosa del violonchelo. Este 2024, su última actuación fue un emotivo concierto solidario a favor de la Fundación CRIS contra el cáncer, que reunió a 85 músicos y un coro de 120 personas en el Auditorio de Madrid. La orquesta, bajo la dirección del psiquiatra Sebastiao Castanheira Martins, ha creado un espacio donde los médicos de España y Portugal pueden unir su pasión por la música.

La Orquesta Médica Ibérica, fundada en 2020, busca fortalecer los lazos entre profesionales de la salud de la Península Ibérica y actualmente cuenta con 260 integrantes provenientes de 47 ciudades, demostrando que la música puede ser un poderoso instrumento de conexión.

Cada año, realizan dos conciertos, uno en España y otro en Portugal, con el objetivo de colaborar con causas sociales, recaudando fondos para instituciones relacionadas con la salud. Su próximo concierto está programado para noviembre, y Leticia espera que más médicos se unan a esta noble causa.

En la entrevista, Leticia destaca la empatía que le aporta su formación musical a su labor como ginecóloga, afirmando que la música ayuda a humanizar la relación con sus pacientes, quienes enfrentan situaciones difíciles relacionadas con la salud y la vida en general. Además, comparte su sentir sobre la importancia de mantener un equilibrio entre ambas profesiones, donde cada una enriquece a la otra, y subraya que ambos campos requieren dedicación y trabajo constante.

Cuando se le pregunta si alguna vez tuvo que elegir entre el violonchelo y el bisturí, Leticia responde con convicción que no podría optar por uno solo, ya que tanto la música como la medicina son pasiones que le llenan y moldean su vida.

La historia de Leticia Muñoz es un testimonio inspirador de cómo la dedicación y el sacrificio pueden entrelazar dos mundos que, aunque diferentes, pueden coexistir y florecer en un mismo individuo. Su mensaje es claro: el arte y la ciencia son complementos que enriquecen no solo a quienes los practican, sino también a quienes se benefician de su labor.