Ciencia

La sorprendente carrera de Ibon Navarro: de químico exitoso a entrenador de baloncesto

2024-09-24

Autor: Isidora

La ciencia ha perdido un químico talentoso y el baloncesto ha ganado a un entrenador apasionado. Ibon Navarro, originario de Vitoria, sorprendió a su familia cuando decidió dejar un trabajo prestigioso en la Fundación Leia del Parque Tecnológico de Miñano. Con una licenciatura en Ciencias Químicas, especialmente en química orgánica, Ibon había comenzado con un futuro prometedor: un empleo bien remunerado, posibilidades de ascenso y un equipo a su mando. Sin embargo, algo lo incomodaba.

Desde joven, Ibon había practicado el deporte rey, el fútbol, hasta que una lesión de rodilla lo llevó a abandonar el campo. Fue entonces cuando el baloncesto se convirtió en su gran amor. En lugar de estudiar moléculas y reacciones químicas, Ión encontró su verdadera felicidad al dirigir a los jugadores desde el banquillo. Su decisión de cambiar de carrera ha resultado ser acertada, siendo hoy el exitoso entrenador del Unicaja de Málaga, que recientemente se consagró campeón de la Supercopa tras vencer al Real Madrid (80-90) en Murcia. Este triunfo marca el cuarto título en año y medio bajo su dirección, que también incluye una Copa, una Liga de Campeones FIBA y una Copa Intercontinental.

"A partir de ahora, comenzamos a escribir una nueva historia", declaró Ibon después del partido, desafiando a un Madrid que había estado en racha con seis títulos consecutivos. Aseguró que su equipo crecerá paso a paso, teniendo siempre los pies en la tierra y dependiendo del compromiso de sus jugadores.

Desde su llegada a Málaga en febrero de 2022, Ibon ha moldeado un equipo unido y competitivo. Tras haber sido despedido de su anterior club, Andorra, el técnico ha encontrado un nuevo hogar en el Unicaja, donde ha implementado su estilo de juego caracterizado por un enfoque ofensivo y defensas intensas. El Unicaja terminó la pasada Liga ACB como el equipo con más recuperaciones por partido y el segundo en asistencias, lo que pone de manifiesto el sacrificio y la colaboración de todos sus jugadores.

Con un presupuesto cercano a 15 millones de euros, el Unicaja ha mantenido la base de la plantilla anterior, incorporando nuevos talentos como Tillie y Tyson Pérez. Este enfoque estratégico de renunciar a la Euroliga en favor de competencias nacionales ha permitido que Ibon y su equipo se concentren en construir un proyecto sólido y de largo plazo.

"La idea es devolver la ilusión a la afición y competir con los grandes", señaló el capitán Alberto Díaz, destacando la importancia de la unidad en el equipo: "Aquí todos nos apoyamos, no hay estrellas individuales". Ibon ha demostrado ser un entrenador accesible, que escucha a sus jugadores y promueve un ambiente sano en el equipo.

El éxito no solo se mide en victorias, sino también en cómo Ibon enseña a su hijo, Aritz, a manejar las derrotas. La vida de un entrenador puede ser intensa, y Ibon ha aprendido a mantener el equilibrio familiar, evitando que un mal partido afecte el ambiente hogareño. Ahora, tanto Ibon como su hijo disfrutan del baloncesto juntos, recordando que lo que realmente importa es la pasión por el juego.