Los devastadores incendios en Los Ángeles, Estados Unidos, han arrasado con la emblemática zona de Pacific Palisades, dejando a su paso un trágico saldo de al menos 11 muertos, una cifra que los rescatistas temen que aumente a medida que se realicen las búsquedas entre los escombros.

Desde que iniciaron hace cuatro días, las llamas han incinerado más de 12,000 estructuras y el costo en daños asciende de 135,000 a 150,000 millones de dólares, según el último reporte de AccuWeather. Más de 150,000 personas se encuentran bajo orden de evacuación, con el incendio en Pacific Palisades como el foco más devastador, el cual sigue extendiéndose y generando nuevas órdenes de evacuación ante un avance de contención que apenas roza el 3%.

Lo que anteriormente era un barrio icónico de lujo se ha transformado en un paisaje desolador, donde mansiones de millones de dólares y vehículos de alta gama han quedado reducidos a cenizas. Un residente, Alexei, quien regresó a su hogar tres días después de la erupción del fuego, no pudo evitar el dolor al ver que su casa de tres pisos ya no existía. “En una noche prácticamente hemos perdido todo”, lamenta, mientras mira el montón de escombros donde solían estar sus recuerdos.

La situación se agrava con los informes de saquear las áreas afectadas, donde al menos 18 personas han sido arrestadas por robo, incluido un grupo de 15 implicados en el área del incendio de Eaton, que continúa ardiendo.

Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos de los bomberos, el peligro no ha desaparecido; se anticipa que los vientos que avivaron el fuego regresen el lunes. Los vecinos, que alguna vez disfrutaron de paseos tranquilos y vistas al océano, ahora enfrentan un paisaje casi apocalíptico de ruinas y devastation.

Los residentes describen el barrio con nostalgia, recordando su estilo de vida privilegiado. Tatyana, otra afectada, cuenta que “no había casa que no fuese rica en Palisades”. Ahora, el área está marcada por estructuras carbonizadas, vehículos quemados y árboles arrancados, todo ello acompañado por el inquietante sonido de las alarmas de incendios aún sonando.

Las propiedades en estas colinas boscosas, que generalmente se valoran entre 10 y 50 millones de dólares, han dejado a muchos en estado de shock, no solo por la pérdida material, sino también por la incertidumbre de si podrán regresar a sus hogares. Y mientras algunos han perdido todo, otros se ven tentados a saquear, lo que ha llevado a un incremento en la vigilancia policial, que persigue a quienes intentan aprovecharse de la situación.

El futuro de Pacific Palisades es incierto. Como señala Tatyana mientras conduce por la famosa carretera costera que solía ser un esplendoroso paisaje, “es como si nada hubiese existido”. Muchos se preguntan cómo será la vida para aquéllos que han sobrevivido al fuego, ya que una vez más, este barrio emblemático ha quedado marcado por la tragedia.