Las autoridades de Estados Unidos están en alerta máxima por un aumento alarmante en el avistamiento de drones misteriosos, especialmente a lo largo de la costa este del país. Este fenómeno ha generado una ola de especulaciones y preocupación ciudadana.

Durante una conversación en el programa This Week de ABC News, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, expresó que aunque el fenómeno es motivo de inquietud, no se ha logrado identificar quién está detrás de estos dispositivos ni cuáles son sus intenciones.

Mayorkas afirmó: “Quiero asegurarle al público estadounidense que estamos utilizando todos los recursos posibles, incluyendo personal y tecnología avanzada, para apoyar a la Policía Estatal de Nueva Jersey en la investigación de estos avistamientos.”

Pero eso no es todo; la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, anunció que el gobierno federal también ha implementado un “sistema de detección de drones de última generación” en la región. Esta medida busca reforzar el trabajo de las fuerzas del orden que intentan desentrañar este misterio.

Sin embargo, hasta la fecha, el origen de estos drones permanece en la oscuridad, lo que ha llevado a figuras políticas a exigir un mayor esfuerzo por parte del gobierno. La propia Hochul subrayó que la situación se ha salido de control, especialmente después de que un dron obligara al Aeropuerto Internacional de Stewart a cerrar sus pistas por aproximadamente una hora la pasada noche del viernes.

La situación se complicó aún más cuando, el sábado, dos personas fueron arrestadas en Boston por operar un dron cerca del Aeropuerto Internacional de Logan, lo cual plantea serias preguntas sobre la seguridad en la aviación.

Jim Himes, parlamentario demócrata por Connecticut, también hizo eco de la necesidad de una acción federal más contundente y, aunque existe un ambiente de especulación, sugirió que no hay pruebas contundentes que vinculen a estos vuelos con espionaje extranjero. Insistió en que “no son los iraníes, ni los chinos, ni los marcianos” quienes estarían detrás de esto.

Desde importantes agencias como el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional han emitido un comunicado conjunto, señalando que, hasta ahora, no se ha encontrado evidencia de una amenaza directa a la seguridad nacional o pública. De hecho, mencionaron que muchos reportes de avistamientos podrían corresponder a aeronaves tripuladas, las cuales son operadas legalmente.

La Administración Federal de Aviación (FAA) aclara que, en general, volar drones es legal en la mayoría de los lugares del país siempre que se mantenga una altitud por debajo de los 400 pies (aproximadamente 121 metros). No obstante, los pilotos recreativos deben cumplir con ciertos requisitos y obtener permisos en áreas específicas, como en Nueva York, donde las regulaciones son más estrictas.

Este fenómeno ha dejado a muchos preguntándose qué podría suceder a continuación. ¿Estamos ante una nueva era de vigilancia aérea o simplemente es un juego de tecnología? Con cada nueva aparición de un dron, la tensión crece y las autoridades se encuentran en la cuerda floja tratando de encontrar respuestas significativas. ¡Una situación que sin duda merece seguir de cerca!