La desgarradora historia de Verena Maso y Alejandro Vélez, los padres de Diego, un pequeño de apenas un año que padece Atrofia Muscular Espinal (AME), ha tocado los corazones de muchos, pero lamentablemente no de todos. Este valiente matrimonio ha emprendido una caminata de más de 10 días desde Antofagasta hasta La Moneda en Santiago, buscando apoyo para reunir cerca de $1.700 millones de pesos, que son necesarios para la compra del costoso medicamento que su hijo tanto necesita.

A pesar de la importancia y urgencia de su causa, este miércoles, en La Serena, Verena compartió en redes sociales su desilusión por la indiferencia de los transeúntes. "Hoy no ha sido un buen día", confiesa mientras explica que no han logrado el respaldo esperado ni siquiera de Bomberos para su actividad, y al intentar entregar flyers informativos, muy pocos se detuvieron a escuchar su mensaje.

"Hay tantos candidatos y campañas políticas en la calle que la gente no tiene tiempo para escuchar lo que tengo que decir. A pesar de que les hable de mi hijo, de su sufrimiento, no son capaces de aceptar un flyer", lamentó Verena, con lágrimas en los ojos.

Su mensaje es claro: "No les cuesta nada recibir un flyer, y si no están interesados, pueden botarlo después. Pero debemos recordar que ser humano implica escuchar y solidarizar con quienes están pasando por un momento difícil".

La frustración de Verena es palpable. "Nunca había recibido tantos ‘no’. Estoy agotada. Mi hijo no es un candidato, es un bebé que necesita ayuda, y la gente no se detiene a pensar en eso", expresa entre sollozos.

A pesar de la amarga experiencia, la madre de Diego se muestra decidida a seguir adelante. Han recaudado solo el 13% de su meta, pero no se rinden. Con la esperanza latente de hallar la ayuda necesaria, no solo para su hijo, sino también para concienciar sobre la AME, que afecta a muchos otros niños en el país, Verena y Alejandro continúan su lucha, convencidos de que cada paso que dan, es un paso más hacia un cambio necesario.

No obstante, el camino es largo y lleno de desafíos. Si bien su historia ha resonado en algunos rincones de las redes sociales, Verena anhela que su mensaje llegue a más personas y, especialmente, a quienes pueden ayudarles en esta difícil travesía. La vida de su pequeño depende de ello.