La reciente historia de Claudio Valenzuela, vocalista de la emblemática banda chilena Lucybell, ha conmovido a muchos. Hace una semana, la expareja de Valenzuela, Nicole Ahumada, compartió en sus redes sociales que su hija Amaya, de 24 años, había sido hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Posta Central debido a una grave infección que la llevó a un coma inducido, generando preocupación y oraciones entre sus seguidores.

Nicole solicitó apoyo emocional y espiritual con la frase ‘Oraciones por Amaya’, enumerando lo delicada que era la situación. Aunque los días pasaban con un pronóstico desalentador, el pasado viernes, se informó de una evolución positiva en el estado de la joven, lo cual desató alegría y esperanzas entre sus allegados.

“¡El milagro está ocurriendo! Amaya Valenzuela se encuentra estable... sigue entubada, pero afortunadamente sus riñones y pulmones han mejorado”, escribió la madre. Un comunicado del hospital también confirmó que la joven fue extubada y ya no está en riesgo vital, avanzando hacia una recuperación que podría permitir su traslado a una unidad menos compleja.

En un giro emocionantemente inesperado, hace unos días, Amaya salió del coma y pudo comunicarse nuevamente con sus padres. Con motivo de su pronta recuperación, Claudio Valenzuela sorprendió a todo el personal de la UCI Respiratoria de la Posta Central al realizar un emotivo concierto improvisado en los pasillos, agradeciendo sinceramente por el excepcional trabajo de los médicos y enfermeras que cuidaron de su hija.

El artista tomó su guitarra y dedicó la conmovedora canción “Milagro” a todo el equipo de salud, afirmando: “Creo que aquí se produjo magia, ustedes como institución hacen magia”. Su intervención musical no solo animó a los presentes, sino que también destacó la dedicación y humanidad que caracteriza a los profesionales de la salud en momentos críticos.

Claudio también expresó su profunda gratitud, reconociendo el increíble esfuerzo que hicieron no solo por su hija, sino por cada paciente que ingresa a la Posta Central: “Quería contribuir con algo de lo mío, con esa energía de agradecimiento hacia todo lo que hicieron por nosotros”, comentó mientras se fotografiaba con el personal del hospital, dejando una estela de sonrisas y esperanza en un ambiente que usualmente se encuentra cargado de estrés y preocupaciones.

Este acto de gratitud no solo enaltece la labor de la salud pública en Chile, sino que también resalta el poder de la música como un vehículo para el amor y la esperanza en los momentos más difíciles. ¡Una historia que nos recuerda que, incluso en los tiempos oscuros, la luz puede brillar a través de la solidaridad y la música!