El alma inigualable de los albos

María Ided del Carmen Fernández, conocida cariñosamente como María Colo Colo, llevaba una vida dedicada al emblemático club chileno. Su identidad real era menos importante que su apodo, que se convirtió en sinónimo de pasión y lealtad. Desde las gradas del Estadio Monumental hasta los eventos del club, su presencia era inconfundible, logrando que fanáticos, jugadores y dirigentes la reconocieran al instante.

Un momento memorable en la historia del fútbol

Su popularidad se disparó días previos a la icónica final de la Copa Libertadores de América en 1991. Mientras los hinchas luchaban por conseguir boletos, María se encontró en una situación crítica: no tenía entrada para ver a su amado Colo Colo enfrentándose al Olimpia. La demanda por entradas superó todas las expectativas, y la dirigencia, liderada por Eduardo Menichetti, se aseguraron de que ella pudiera estar allí, honorando así sus cuatro décadas de inquebrantable lealtad.

Un símbolo de unidad en Colo Colo

El impacto de María Colo Colo fue tal que tanto el Club Social y Deportivo Colo Colo como Blanco y Negro expresaron su pesar por su fallecimiento, lo que refleja su importancia en el corazón de los albos. Su último deseo era celebrar el centenario del club, un sueño que se le escapó de las manos.

Un legado imborrable

Durante momentos tumultuosos en la historia del club, María se erigió como un pilar de unidad. En cada partido, podía ser vista cobrando las cuotas a los socios de la corporación, desempeñando un papel crucial en la supervivencia del club. Con el tiempo, su pequeño espacio de cobro se transformó en un vistoso stand, construido a instancias de Arturo Salah, presidente de Blanco y Negro en ese entonces.

Celebraciones memorables y un merecido homenaje

El recuerdo más cálido de María Colo Colo fue su nonagésimo cumpleaños, celebrado con una festiva reunión en el estadio Monumental, rodeada de seres queridos y música en vivo. Este evento fue especialmente emotivo, ya que ocurrió después de la presentación de Arturo Vidal, donde ambos compartieron momentos entrañables.

El tributo final a una leyenda

Semanas atrás, recibió un homenaje que consolidó su lugar en la historia del club: un mural en Lo Espejo que la eterniza junto a otras leyendas del Colo Colo como Antonio Labán, Chamaco Valdés y Esteban Paredes. María Colo Colo no solo fue una hincha; fue un símbolo, una parte esencial de la rica historia de uno de los clubes más grandes de Chile.