La Copa Chile 2024 ya tiene a sus finalistas: Ñublense y Universidad de Chile. Este domingo, Ñublense logró su presencia al igualar 1-1 contra Magallanes, asegurando su lugar con un marcador global favorable. Con esta victoria, los Diablos Rojos se preparan para enfrentar a Universidad de Chile en la gran final, programada para el próximo miércoles en el Estadio Nacional, lo que ha generado una controversia significativa.

Mario Salas, director técnico de Ñublense, expresó su desacuerdo con la decisión de la ANFP de celebrar la final en el Estadio Nacional, el hogar habitual de la Universidad de Chile. Salas considera que la elección del estadio no ofrece las mismas condiciones de equidad para ambos equipos. "Es raro ver que se juegue en un lugar donde uno de los finalistas tiene la ventaja de ser local", comentó.

El técnico destacó que esto crea una desventaja para su equipo, que no está familiarizado con el estadio como los azules, quienes conocen cada rincón del lugar. "La U conoce los camarines, la cancha, el estadio. La mayor parte de los hinchas serán seguidores de la U, lo cual es lógico", añadió Salas.

La queja de Salas se agudiza al mencionar que la ANFP podría haber programado la final en otro recinto, cuidando el espectáculo y la experiencia de los aficionados. "Habiendo tenido tiempo de planificación, deberían haber organizado esto con más seriedad y profesionalismo. Se podría considerar hacer la Copa Chile un evento atractivo, idealmente un fin de semana, en un estadio repleto, y con ambos equipos en óptimas condiciones", sugirió Salas.

Las críticas y la presión sobre la ANFP aumentan, no solo desde Ñublense, sino también desde diferentes sectores del fútbol chileno, que piden una revisión de la organización y de las decisiones que afectan la competitividad y la imagen del fútbol en el país. La gran final se presenta como una oportunidad emocionante, pero será crucial evaluar las condiciones en las que se desarrollará para asegurar que sea justa y memorable.