La profesión médica conlleva una responsabilidad inmensa y un enorme compromiso, lo que a menudo provoca que los y las médicas enfrenten altos niveles de estrés y agotamiento emocional. La intensa carga académica durante los años de formación, junto con un ritmo de trabajo acelerado y la presión constante, dan como resultado un entorno que puede perjudicar el bienestar físico y mental de estos profesionales.

Recientemente, en el marco del Ciclo de Conferencias en línea de Bioética organizado por la Facultad de Medicina de la UNAM, se llevó a cabo una sesión titulada "Más allá del estetoscopio: Formación bioética y de bienestar para una Medicina con propósito." En esta conferencia, el Dr. Jesús Ángel González Sánchez, académico del Departamento de Integración de Ciencias Médicas y miembro de la Academia Nacional Mexicana de Bioética, reflexionó sobre la esencia de la Medicina y la necesidad de devolverle su carácter humanista.

Durante su intervención, transmitida en YouTube, el Dr. González Sánchez enfatizó que los médicos se enfrentan a una presión constante que amenaza su sentido de propósito. "Desde antes de comenzar a estudiar Medicina, se nos dice que debíamos sacrificar tiempo con familia y amigos en pos de atender a los demás. Sin embargo, no debemos olvidar que somos humanos, no máquinas", subrayó.

Uno de los temas centrales de la charla fue el relevante papel que desempeña la Bioética al abordar los dilemas éticos que surgen en la práctica médica diaria. El Dr. González Sánchez también mencionó que la Medicina actual enfrenta desafíos complejos como el acceso desigual a los servicios de salud y los problemas que surgen en el cuidado de pacientes al final de sus vidas. Ilustró esto con un relato sobre una familia zapoteca en Oaxaca, que vivió la angustia provocada por la demora en la entrega del cuerpo de un ser querido, afectando su práctica funeraria tradicional y su lucha por cumplir los ritos que facilitan la paz espiritual del fallecido.

"Un manejo adecuado de estas situaciones requiere que los médicos contextualicen cada caso y desarrollen habilidades empáticas. La comunicación efectiva y la escucha activa son esenciales no solo para la atención médica sino también para entender el sufrimiento humano", afirmó el médico.

Además, el Dr. González Sánchez destacó la urgencia de implementar talleres de mindfulness, meditación y actividades recreativas, así como crear espacios que permitan a los médicos encontrar un equilibrio entre su vida personal y laboral. "Los estudiantes viven Medicina 24/7, lo que impacta negativamente su bienestar emocional y mental. Es necesario promover programas que integren valores y principios morales, fomentando una práctica médica más humanizada y reflexiva", reflexionó.

Al concluir su participación, el Dr. González Sánchez invitó a todos a considerar el propósito de la Medicina y su alineación con los principios de Bioética y bienestar. "La Medicina no solo consiste en curar enfermedades, sino en dignificar a los pacientes y apoyarlos en sus procesos, reconociendo y respetando su humanidad. La comprensión de la vida y la muerte varía entre pacientes y debemos acercarnos a su realidad", afirmó.

Finalmente, destacó el esfuerzo de la Facultad de Medicina por realizar actividades de Bioética e instó a otras Facultades y hospitales a priorizar la formación integral de médicos y pacientes, integrando principios bioéticos desde el inicio de la formación. "Una Medicina con propósito no solo beneficia a los pacientes, sino también a los médicos, quienes encuentran mayor satisfacción profesional y personal al ejercer con empatía y ética”, concluyó.

La licenciada Indrani Morales Astudillo, responsable del Programa Institucional de Ética y Bioética de la FACMED, agradeció a los asistentes y enfatizó la importancia de que los médicos reciban una formación que les permita comunicarse efectivamente con pacientes, familiares y colegas, independientemente de su profesión.